Ricardo Gareca asumió al frente de la selección de Chile a comienzos de 2024 con el objetivo de meterla en la Copa del Mundo de 2026, pero un año y medio después terminó cesado porque su equipo perdió las chances de clasificación con dos fechas de anticipación.

Una de las críticas realizadas al entrenador argentino fue la no convocatoria de Arturo Vidal en sus primeros meses de gestión. El propio jugador hizo declaraciones públicas cuestionando algunas decisiones del director técnico, quien finalmente cedió a la presión y lo citó.

“Es un histórico, un emblema. Es como Messi para Argentina. No llamarlo me generó una serie de problemas, pero a él lo vi con algunos problemas físicos y alguna lesión que lo tuvo a maltraer, y quería darle rodaje al equipo, que en ese momento me estaba respondiendo”, dijo Gareca al programa Doble amarilla de Dsports Radio.

“Cuando lo llamé, estaba en un momento ideal en Colo Colo, y la selección necesitaba su liderazgo. Lo llamé y respondió”, agregó el Tigre, quien no puso por delante lo personal a la hora de llamarlo y dejó de lado las críticas que el jugador le había hecho.

“Luego de lo que dijo, nos pusimos de acuerdo y me quedó una buena sensación. Noté su grado de compromiso con el país. No me podía poner en el lugar de ‘es Vidal o yo’”, argumentó Gareca, quien sorprendió al llamar a Vidal en noviembre de 2024.

“Tengo convicciones fuertes y eso es importante en un entrenador. Me interesa la convivencia en el día a día. Si hay falta de respeto, es otra cosa. Que se expresen no es impedimento para que yo los llame”, indicó el argentino.

Sobre las críticas que recibió de parte de los medios locales, desdramatizó al decir que “cuando los resultados no se dan, la prensa es igual en todos lados” porque “la crítica aflora, sea en Argentina, en Chile o en cualquier lado”. “Cuando asumí creí que podía clasificar a Chile al Mundial”, concluyó Gareca.