Este viernes por la noche, Racing, próximo rival de Peñarol en la Copa Libertadores, enfrentó a Tigre en el Cilindro de Avellaneda por la quinta fecha del Torneo Clausura del fútbol argentino, pero tuvo una noche para el olvido y perdió 2-1.
Pensando en el partido del próximo martes (21:30) por la vuelta de los octavos de final, Gustavo Costas paró un equipo con mayoría de suplentes. El delantero fue Adrián Rocky Balboa, quien fue el encargado de abrir el marcador a los 43 minutos con un tremendo golazo.
El uruguayo controló de pecho un pase de Bruno Zucullini y desde la media luna ensayó una volea que fue imposible de atajar para Tomás Zenobio. Fue su primer gol en el torneo y llegó a seis en lo que va del año, en 25 encuentros disputados.
Sin embargo, de a poco se empezó a torcer la historia para la Academia, porque a los 54’ vio la tarjeta roja el zaguero Franco Pardo. En el entretiempo había ingresado el volante uruguayo Martín Barrios.
A los 90’, el árbitro del partido, Darío Herrera, sancionó un penal para Tigre que desató la locura de Costas. El entrenador de Racing aplaudió irónicamente al juez, le protestó sin parar y hasta se metió dentro de la cancha, por lo que fue expulsado.
Brian Martínez cambió el penal por gol y, por si fuera poco, a los 90’+3 el delantero asistió a Ignacio Russo, quien anotó para darle el triunfo agónico al equipo visitante.
Con este resultado, Racing quedó 13º entre 15 equipos en la zona A del Clausura con solamente cuatro puntos cosechados en cinco partidos jugados, mientras que Tigre está sexto con siete. En la tabla Anual, la Academia tiene 32 y está noveno, ocupando el último cupo de clasificación a Copa Sudamericana.