Rodrigo Aguirre terminará su contrato a préstamo con el Necaxa el próximo 30 de junio y todavía está vinculado hasta diciembre a Liga de Quito, club que pretende transferirlo de forma definitiva tras haberlo cedido durante el último año y medio.

“Liga está viendo si Necaxa usa la opción de compra. Es la intención de Necaxa y están viendo si se ponen de acuerdo con ellos”, contó el delantero de 27 años al programa ‘100% Deporte’ de Sport 890, mientras entrena con el Necaxa esperando resolver su futuro.

Este lunes nació su segunda hija y hoy quiere “estabilidad”, por lo que le gustaría seguir en un “club divino” y en una “ciudad muy tranquila” como Aguascalientes, donde además hizo “un grupo divino” con los uruguayos Agustín Oliveros y Fabricio Formiliano y sus familias.

En medio de esa tranquilidad, recibió un llamado del director deportivo de Peñarol, Pablo Javier Bengoechea, para manifestarle su interés. “Quería saber mi situación y que el club está interesado en contar conmigo si existe la posibilidad”, dijo.

“Me sorprendió cuando llegó el mensaje. Le hablé de mi situación, que tengo contrato hasta Liga hasta diciembre y que quieren venderme. Cuando supo que todavía pertenecía a Liga de Quito me agradeció por haberle atendido el teléfono y me dijo que veía con buenos ojos tenerme en el club”, señaló.

“Yo fui muy respetuoso en el sentido de que ahora no estoy pensando en volver a Uruguay. Le agradecí mucho que me haya llamado, pero en este momento es muy difícil”, contó Aguirre, quien no descarta calzarse la casaca carbonera a futuro pese a su pasado en Nacional.

“Tengo mucho respeto por Nacional y por su gente, pero en el fútbol nunca se sabe y no me gusta cerrarme la puerta de ningún lado porque esto no deja de ser mi trabajo. Ahora tengo dos hijos y no puedo andar cerrando puertas. Fue una charla muy respetuosa”, concluyó.