La renuncia de Mauricio Larriera tras perder 1-0 a manos de Fénix por la primera fecha del Torneo Clausura tomó por sorpresa al área deportiva y a la cúpula directriz de Peñarol, que aceptará la salida del entrenador y ya tiene un sustituto.

Tras una reunión matinal que se dará en pocos minutos entre el presidente del club, Ignacio Ruglio, y el saliente entrenador, quedará todo finiquitado. La postura del floridense es clara y por eso ya la comunicó a los jugadores en el vestuario después de la derrota del lunes.

Ya en la misma noche hubo directivos que dieron a conocer su posición: aceptarán la renuncia de un director técnico que, según entienden, les hizo perder tiempo por haber participado en el armado de un plantel que ahora no dirigirá.

El único candidato para asumir y ya debutar el domingo visitando a Defensor Sporting es Leonardo Ramos, quien lleva seis meses sin equipo tras culminar su ciclo al frente de los Gallos Blancos de Querétaro en febrero.

Su gran relación con Ruglio y el visto bueno de otros miembros del Consejo Directivo —con  quienes trabajó bajo las presidencias de Juan Pedro Damiani y Jorge Barrera— lo convirtieron en un candidato de rápido consenso.