Un día después de terminar su vínculo con Peñarol, Jonathan Urretaviscaya contó al programa ‘100% Deporte’ de Sport 890 que la decisión de no seguir en el club “ya la había tomado hace como dos semanas”, y aclaró que no le ofrecieron renovar el contrato, sino extenderlo simbólicamente hasta el cierre del Campeonato Uruguayo que está en marcha.

“Estaba esperando que finalizara mi contrato. En los últimos días me comunicó Mauricio Larriera que él quería que yo me quedara para los próximos tres partidos. Yo en ese momento no le dije nada porque quedaba un partido por delante y no era el momento de comunicar nada, pero la decisión ya estaba tomada. Lo mismo le comuniqué al presidente una vez que saqué el comunicado”, señaló.

“Yo sentía que ya no estaba aportando ni siendo útil para el equipo. Eso es totalmente válido por la otra parte, en este caso de Mauricio, que veía que no podía estar en el 11 titular ni en el banco de suplentes. Una vez que pasó eso mi decisión fue contundente. Lo pensé bastantes días y lo acepté”, agregó.

“Con Mauricio tuve una pequeña charla antes del partido con Wanderers, que fue el partido en el que volvía después de la lesión con Nacional. Me dijo que me necesitaba en mi mejor versión, lo acepté y le dimos para adelante. Después no tuve más minutos y acepté que el club ya no me necesitaba. Siempre que vine fue porque Peñarol me llamó y estuve a disposición. Ahora, que no es así, lo acepto y sin rencor. Siempre seré un agradecido al club”, sostuvo.

Urretaviscaya reconoció que le “chocaba” no ser tenido en cuenta porque “a nadie le gusta no jugar”, y aclaró que tras recuperarse de la lesión que lo sacó del clásico “estaba bien físicamente” y si no jugó fue “por una decisión del entrenador, que se respeta”. “Son momentos que hay que pasar y a veces suceden. Me choca más por ser el club al que quise venir a jugar. Si te pasa en otro lado, pasás página y listo”, comentó.

“Mi contrato era hasta el 15 de marzo porque supuestamente el campeonato terminaba en esa fecha. Al quedar tres jornadas, por ahí el club vio que tenía que ofrecerme terminar estos tres partidos. Primero me lo ofreció Mauricio y ayer Nacho (Ruglio) por teléfono. Lo agradezco, pero la decisión estaba tomada. Si me ofrecían una renovación tampoco iba a aceptarla”, dijo.

“Resigné demasiado dinero por venir a Peñarol, pero no estoy arrepentido. Lo hice pensando en que ponerme la camiseta de Peñarol, como hincha, es lo más lindo que hay. Nunca me quiero ir de Peñarol. Pero como deportista profesional debo darme cuenta de la situación en la que estoy. Si quiero continuar con mi carrera me tengo que ir porque hoy Peñarol no me garantiza que yo juegue, y está en su derecho”, agregó.

El veloz extremo de 30 años reconoció que la que pasó fue “una temporada bastante difícil”, aunque prefiere “no poner excusas”. “Uno cuando viene a jugar a Peñarol tiene que demostrar. Si bien se me hizo difícil por la lesión, el primero que no está conforme es uno mismo. Tengo muy claro cuando estoy bien, cuando estoy más o menos y cuando estoy mal. No fue mi mejor pasaje por Peñarol. Si bien en el tramo final me venía sintiendo muy bien, por ahí para el entrenador no era así y lo respeto”, comentó.

“No tuve el tiempo necesario para recuperar mi nivel, pero no tengo dudas de que lo voy a volver a tener”, señaló, y respecto a su futuro dijo que no descarta quedarse en Uruguay, donde “en el único equipo que no jugaría es Nacional”. “Por estos momentos no tengo ninguna oferta concreta, así que voy a esperar”, concluyó.