El exdelantero Walter Pandiani dejó su huella en el fútbol español. Defendió las camisetas del Deportivo La Coruña, Mallorca, Espanyol, Osasuna, Villareal y Atlético Baleares.

Logró quedarse con varios títulos: Supercopa de España (Deportivo La Coruña, 2000 y 2002) y tres Copas del Rey: Deportivo La Coruña 2001/2002, Mallorca 2002/2003 y Espanyol 2005/2006.

El Rifle dejó de ser jugador para convertirse en director técnico. Su primera experiencia fue Mansou de Barcelona (2014/2015) y hace poco dimitió en el Lorca, equipo que milita en la tercera división de España.

Pandiani, en una charla con Fondo de Segunda, se refirió a cómo le gusta que sean sus equipos: "En mis equipos, en los que yo entreno, siempre somos así, yo quiero que mis futbolistas lo den todo, como era yo, y el que baja los brazos le exigimos aún más".

Tras su basto recorrido llevó a cabo una comparación entre los futbolistas uruguayos y europeos: "El jugador uruguayo lo da todo, lo lleva en la sangre, y el argentino igual, el europeo es más frío, no ha tenido tanta necesidad".

"Quizás los futbolistas europeos más veteranos sí tuvieron que pelear en campos de tierra, pero los jóvenes con grandes campos, hierba artificial, grandes vestuarios, tenían todo listo y no han vivido las penurias para poder entrenar. El europeo no le da el valor real; en Sudamérica, sí", manifestó el exjugador de Peñarol.

El exdelantero, con su caso particular, explicó las complejidades que tienen los jugadores uruguayos: "Por ejemplo en mi país si no juegas en Peñarol o en Nacional es muy complicado salir, yo debuté en Primera y después trabajaba 12 horas, porque el dinero no me llegaba no te quedaba más remedio. El hambre que tiene el jugador sudamericano no lo tiene nadie, si no pasó por apuros él, los pasó el compañero, o los diez compañeros que tiene".

Además, aseveró que los futbolistas celestes no se guardan nada: "El cien por cien de los jugadores uruguayos da el máximo, nos tienen que cortar una pierna para sacarnos del campo, ése es el valor real, tuvimos que pelear muchísimo allá y aquí en Europa".

Mencionó a algunos de los entrenadores que lo marcaron en el fútbol del viejo continente: "Gregorio Manzano en Mallorca, Camacho en Osasuna, Pochettino lo tuve en el Espanyol y aprendimos del juego combinado, y Marcelino en Villarreal también fue muy bueno conmigo cuando ya tenía 37 años y estaba en Segunda".

Por último, contó cuáles fueron los tres compañeros que lo asombraron: "De la Peña, Valerón, Heskey son los tres jugadores de más calidad que compartí momentos y equipos muy buenos".