Pablo Peirano habló por primera vez tras perder con Peñarol: “estamos con mucha vergüenza”

“Fue una semana dura después del partido. Asumo la total responsabilidad de todo lo que sucedió durante el encuentro y pido disculpas al hincha, que sufrió desde afuera. Estamos con mucha vergüenza por lo que sucedió, pero al mismo tiempo con mucha rebeldía y ganas de sacarlo adelante, con mucha entereza”, dijo Pablo Peirano este miércoles en el Gran Parque Central, en su primera conferencia de prensa posterior a la derrota 3-0 ante Peñarol.

Sobre el partido, el entrenador de Nacional dijo que “mencionar algunas cosas sonaría a excusa”. “Fue algo parejo en los primeros 30 minutos. Recibimos el gol, fuimos a buscarlo y tuvimos una chance para igualar. Después, ellos convirtieron el segundo sobre la hora [del primer tiempo] y eso nos pegó. Salimos al segundo tiempo con ganas de volver a meternos en partido, y ellos con la ventaja estaban más tranquilos para manejarlo”, analizó.

“Intentamos desde las variantes y no resultó lo que nosotros pensábamos. El contexto del partido cambió y recibimos el tercer gol sobre el final. No estuvimos como queríamos estar. Habíamos tenido una muy buena semana, muy ordenados desde los trabajos, el bus y la llegada al vestuario. Estábamos con mucha convicción de hacer un buen partido, pero no sucedió”, lamentó, y reconoció: “el rival nos superó y ganó bien”.

La propuesta inicial y los cambios

Consultado por lo que buscó con el planteamiento, dijo que uno de los aspectos a corregir respecto al clásico anterior fue que en la final del Torneo Intermedio el equipo tuvo “las líneas más estiradas”. “Para este, la idea era compactar para estar más compactos que el rival en las segundas pelotas, a las que habíamos llegado tarde. Eso no sucedió en este y fue una de las premisas”, indicó.

“Quisimos manejar el juego en profundidad para Maxi Gómez y utilizar a Nicolás López en los espacios junto con Rómulo Otero. Sabíamos que Peñarol nos iba a presionar en la parte alta. No teníamos un piso como para hacer una salida rápida, por lo que optamos por atraer, jugar a segundas pelotas y ocupar los espacios. Eso sucedió 30 minutos. Después el partido cambió con los goles y no supimos acomodarnos”, reconoció.

Sobre los cambios que hizo para el segundo tiempo, dijo que al no ver “un cambio en el funcionamiento” buscó “hacer una variante colocando un volante central, dos más ofensivos por delante y tres en la parte ofensiva”. “Cuando vimos el transcurso del segundo tiempo, el rival levantó y nosotros teníamos jugadores más de creación que de contención. Desbalanceé al equipo. Tanto Nicolás [Lodeiro] como Mauricio [Pereyra] intentaron en la recuperación, pero no es su fuerte. Soy el responsable”, reconoció.

El después del clásico

Se dijo que su continuidad al frente del equipo estuvo en duda. “Hablé con Sebastián Eguren primero y le comenté. Él está todos los días con nosotros y sabe. Charlamos mucho de lo que sucedió, y para lo que viene también. Con los directivos igual: charlamos con el presidente y vicepresidente, con una autocrítica fuerte de ellos, y de nuestra parte de aceptar, porque tenemos la capacidad de aceptar y ser humildes a la hora de reconocer”, explicó.

“Tenemos la capacidad de revertir y la entereza de mirar para adelante, y somos optimistas para lo que viene. Estamos en una posición buena en la Anual. Más allá del partido, que nos duele a nosotros más que a nadie, tenemos una gran posibilidad por delante y la vamos a pelear todos los días”, señaló, y desmintió una información que salió en algunos medios respecto a algunos integrantes del plantel que ya no serían tenidos en cuenta.

“Quiero aclarar un tema que no me gustó: se dijo que hay jugadores que no van más, y no es así, de ninguna manera. Todos los jugadores que están en Nacional son importantes. Cuando hablamos con Flavio [Perchman] y el presidente [Ricardo Vairo] no nombramos jugadores y hablamos de otra cosa. No se puntualizó en cosas sobre los futbolistas. La charla cayó en mí y el funcionamiento, no en otra cosa”, manifestó.

“Esto pega. Es una trompada y tocamos la lona, pero acá no se tira la toalla, y no se llegó a 10 en el conteo. Tengo el ojo negro, pero la toalla no la voy a tirar. Hay que tomarlo para adelante como un aprendizaje. Si no lo hacemos sería de una ignorancia muy grande”, agregó Peirano, quien explicó que no habló el sábado tras el partido porque así se lo indicaron desde el operativo de seguridad, pero no por no querer dar la cara.

Foto: Dante Fernández / FocoUy