Otro futbolista con pasado en la selección afirmó querer terminar su carrera en Nacional

Muchos futbolistas de la selección uruguaya que no tienen relación con los clubes grandes del país (Peñarol y Nacional) han confesado en diferentes ocasiones ser hinchas de alguno de los dos, lo que ha llevado a que los fanáticos de estos equipos se ilusionen con que lleguen al fútbol uruguayo.

El último en hacerlo fue Mauro Arambarri, quien actualmente juega en el Getafe de España, club con el que tiene contrato hasta el año 2028 y en el cual está desde el 2017. “Siempre está el pensamiento de volver al fútbol uruguayo, pero nunca me planteé ningún equipo”, señaló el volante de 29 años a Convocados de radio El Espectador Deportes.

Y luego comentó: “Dije que era simpatizante de Nacional, que siempre me gustó más que Peñarol, pero siempre intentando respetar a Defensor, que salí de allí y me dio la oportunidad de pegar el salto a Europa”.

“Me llamaron [desde Nacional] y me dijeron que estaban a la disposición de la decisión que yo tomara, pero les dije que tengo pensado seguir un tiempo más en Europa. Me hizo ilusión que un club tan grande a nivel sudamericano y del mundo me llame”, recordó, y agregó: “¿Si me imagino jugando en Nacional? Sí, me imagino. Terminar mi carrera ahí sería algo lindo”.

Una vuelta a la Celeste

Con respecto a la posibilidad de volver a jugar en la selección uruguaya, a la que defendió en 12 partidos entre 2020 y 2022, expresó: “Sería como la frutilla de la torta. Después de todo lo que he pasado, de tener todos los minutos que estoy teniendo, de sumar goles, llegar a la selección sería un sueño”.

“De este cuerpo técnico” no lo llamó nadie, pero se confesó admirador del juego de Marcelo Bielsa: “Me gusta el fútbol que hace. Acá en el club tenemos un entrenador que también es muy exigente con el tema de la presión, así que la adaptación sería fácil”.

En los últimos años sufrió diferentes lesiones de rodilla y tobillo, lo que lo llevó a tomar la decisión de comenzar a “trabajar con un psicólogo” porque este “te despeja la cabeza y te enfocás solamente en el entrenamiento”. “Me costó no poder ni entrenar de un día para el otro. El miedo siempre lo tenés por un tiempo”, remarcó.