Odisea de un futbolista francés en Qatar

Zahir Belounis es un futbolista francés de 27 años que vivió una odisea desde 2011, momento en que cometió el “pecado” de reclamar una deuda que mantenía con él el club Al Jaish, equipo del ejército de Qatar, al que había llegado en el año 2010.

Como les ha ocurrido a varios jugadores, entre ellos al uruguayo Richard Porta, los responsables de la institución dejaron pagarle el sueldo. Generalmente los clubes de aquel país apelan a este tipo de maniobras para forzar la rescisión de común acuerdo, pero en este caso el final fue bastante más traumático para el profesional.

Belounis, de origen argelino, se presentó ante un tribunal civil, algo que no cayó para nada bien en Al Jaish. Ese reclamo le costó estar dos años varado, ya que la legislación vigente en Qatar obliga al trabajador extranjero a recibir la autorización de su empleador si quiere abandonar el país. Esa norma sólo existe en Qatar y Arabia Saudita.

El jugador pidió ayuda a la FIFA, pero no tuvo éxito. La entidad rectora del fútbol mundial se declaró incompetente en el tema porque el futbolista optó por contactarse con un tribunal civil qatarí y no con la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA, que suele demorar pero termina siendo efectiva. A la larga, le salió peor.

Después de buscar la ayuda de Zinedine Zidane y Josep Guardiola, apelando a su “influencia como embajadores del fútbol para hablar de lo que me está pasando”, Belounis tuvo éxito cuando tomó cartas en el asunto la FIFPro, gremial de jugadores de fútbol que envió una delegación a Qatar y finalmente pudo destrabar una situación que, a decir del propio implicado, “me estaba matando poco a poco”.

“¿Saben lo que se siente al tener hijos? Imagínese lo que estoy pasando todos los días en una casa que está medio vacía -porque cuando me prometieron que me iban a dar mi permiso de salida, vendí mis muebles- y cuando veo la mirada en los ojos de mis hijas, siento vergüenza , me siento disgustado conmigo mismo por infligirles estas condiciones”, sostuvo en su carta a Zidane y Guardiola, agregando que sus hijas nacieron en Doha, ciudad en la que “antes de estos problemas era un hombre feliz”.

En esa misma nota, Belounis denunció que no es el único que vive esa situación, ya que varios obreros de países cercanos a Qatar que están trabajando en la construcción de los estadios para el Mundial de 2022 deben cumplir sus funciones en condiciones precarias y cuando optan por volver a sus hogares no pueden hacerlo.