Contenido creado por Gonzalo De León
Fútbol Internacional
Los caminos de la vida #18

No quedó en Nacional y Peñarol, pero brilló en ligas exóticas: la vida de José Cortaberría

Tuvo idas y vueltas entre el profesionalismo y el amateurismo en Uruguay, destacó en Andorra y ahora es el “atajapenales” de Italia.

12.07.2025 10:00

Lectura: 10'

2025-07-12T10:00:00-03:00
Compartir en

Por Gonzalo de León

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 2020, Uruguay tiene más de 367.000 emigrantes, con Argentina, España y Estados Unidos como principales destinos para ir a residir.

En el sexto lugar de la lista, por detrás de Brasil y Australia, se ubica Italia, donde viven algo más de 7.000 compatriotas. Entre ellos se encuentra el protagonista de la historia de hoy: José Cortaberría.

Este futbolista, nacido hace 34 años en la localidad de Santa Lucía, departamento de Canelones, se encuentra ahora mismo jugando en el fútbol italiano, pero ha tenido un largo pedigrí en el fútbol, pasando del amateurismo en Uruguay a una primera división en Europa.

Sus inicios se dieron jugando al baby fútbol en el Club Atlético Empalme de su ciudad. Tras jugar un Campeonato Nacional de Selecciones, le llegó la oportunidad de ir a entrenar a la preséptima de Nacional.

“No llegué a quedar”, contó a FútbolUy este arquero, que recordó que en aquel entonces viajaba a Montevideo con Maximiliano Pochola Calzada, quien años después jugó en la primera del Tricolor.

Volvió a Santa Lucía para jugar en Wanderers y llegó a primera en 2008. Luego defendió a Libertad de Canelones entre 2009 y 2011, año en el que, a través de un representante, tuvo la chance de ir a entrenar a Peñarol para poder jugar en tercera división.

Pero, nuevamente, no tuvo suerte.

“En Nacional no era consciente de dónde estaba. Tenía 13 años. Veía el baby fútbol como lo máximo y no era consciente de la dimensión de Nacional”, indicó, y aseguró que no le afectó y le sirvió como “experiencia”.

En Peñarol, en tanto, dio “muchos años de ventaja”. “Fui con 21 a una tercera en la que había arqueros más jóvenes, como [Gastón] Guruceaga, [Washington] Aguerre, [Thiago] Cardozo; eran más chicos que yo, pero ya andaban volando”, dijo.

“Yo tenía experiencia, pero no la misma escuela que ellos”, relató quien atajó en la selección de Canelones.

José Cortaberría jugando para Rocha FC. Foto: Cedida a FútbolUy

José Cortaberría jugando para Rocha FC. Foto: Cedida a FútbolUy

Pero, en 2012, le surgió la posibilidad de ir a hacer una prueba a Racing, y allí sí tuvo suerte: “Me dio la posibilidad de entrar al fútbol profesional en tercera”.

A mitad de año lo subieron a Primera como tercer golero, detrás de Jorge Contreras y Rodrigo Odriozola.

En 2014, no le renovaron el contrato, quedó “dando vueltas” y, “por intermedio del profe Alejandro Martínez”, que lo tuvo en el Cervecero, le salió “la posibilidad” de ir a jugar a Lavalleja de Rocha, al fútbol amateur.

“Lo tomé con naturalidad y como un trampolín para tener una revancha”, dijo sobre su vuelta a OFI.

“En la B se me hizo muy difícil encontrar equipo, y ni que hablar en la A. Jugué la Copa del Interior y por intermedio de un representante volví al fútbol profesional con Torque, a la B”, mencionó.

Es así como jugó en el “viejo” Torque en 2014 y luego pasó a Rocha FC en 2015, año en el que bajaron a la C. En 2016 se marchó a Atenas, también en la B, y el año siguiente a Cerro Largo, en el que fue suplente de Washington Aguerre y con el que subió a la A en 2018.

“Ya en la A, no renové el contrato y quedé a la deriva. Se hizo difícil encontrar equipo y estuve seis meses sin jugar”, comentó. Por eso volvió a Wanderers de Santa Lucía para el segundo semestre de 2019.

Una experiencia diferente

Llegó el 2020 y en plena pandemia le “salió la posibilidad”, nuevamente por intermedio de un agente, de ir a Andorra. “No sabía ni dónde quedaba: lo tuve que buscar en el mapa”, recordó.

“Tengo el pasaporte comunitario español, que abre muchas puertas”, comentó, y añadió: “Me sedujo que en la primera división jugaban ocho equipos y había tres cupos a competiciones UEFA”.

Al estar en pandemia, había que hacer “un examen de covid antes de cada partido”.

El club al que se sumó, que tenía un nivel “bajo”, fue el CE Carroi, en el que estuvo solamente la temporada 2020/21. “El primer año me fue bien, pero, faltando dos meses, con el sintético, me tranqué la rodilla y me operaron de meniscos”.

Para la campaña siguiente, pasó al UE Engordany, en el que compartió con “varios uruguayos”. “Tuve dos lesiones grandes y al año siguiente [inicio de segunda temporada en Engordany] cambió el dueño; vino un francés y hubo un problema de papeles con un uruguayo, y se tomó represalia con el resto. Me rescindieron por hacer cosas que en Uruguay está bien vistas y ahí no se tomaron de buena manera”, reveló.

José Cortaberría jugando para UE Engordany de Andorra. Foto: Cedida a FútbolUy

José Cortaberría jugando para UE Engordany de Andorra. Foto: Cedida a FútbolUy

“Con el diario del lunes, gracias a Dios que estuve ahí, porque la atención fue impecable”, dijo sobre las lesiones que sufrió (rotura de meniscos y desgarro de aductor).

En Andorra, “los equipos no tienen estadio propio: son todas canchas de la federación y se entrena en el mismo campo”, pero “al ser todos los campos sintéticos, ayudaba a intentar jugar bien”.

Además, “eran muy pocos los equipos con hinchada”. “Con la nieve ya se hacía frío, imaginate sin público”, ahondó. Igualmente, “no dejaba de ser una competición europea”.

El nivel de la liga “era bueno; daba la posibilidad de traer jugadores de España y Francia”. “Los equipos que pelean arriba tienen un nivel muy bueno y había mucha diferencia con los de abajo”, agregó.

“Estuvo bueno como experiencia de vida” y “lo más difícil era adaptarse al frío, jugar con cero, cinco grados”.

“Si vas a un equipo que pelea arriba, favorece” económicamente: “Para un joven, es una linda vidriera porque todos ven que es una competencia europea”.

“Me llamó la atención la seguridad. Es un país tranquilo”, afirmó.

Barajar y dar de nuevo

Luego de salir de Andorra, retornó a Uruguay a inicios de 2023, pero no salió como esperaba: “Me surgió la posibilidad de ir a Potencia en la B. Hice la pretemporada y al volver me dijeron ‘no te vimos bien, este es el salario que hay’. Al final me quedé sin nada en enero”.

Aseguró que eso “no lo esperaba”. “Después de que tuve esa angustia, me di cuenta de que por más que había estado casi tres temporadas en Andorra, el fútbol uruguayo no había cambiado mucho”, relató.

“Los arqueros siguen atajando los mismos de hace 10 años; si no hacés seis meses o un año bueno, es muy difícil. Es parte del sistema”, comentó, y siguió: “Uruguay seguía todo igual, no quería saber más nada y volví a Wanderers de Santa Lucía a jugar la Copa de Clubes A”.

“Las puertas afuera se habían golpeado casi todas y no se concretó nada. Tenía 32 años y lo tomé con mucha calma; volví con mi familia, que hacía tiempo no me iba a ver a la cancha”, destacó.

José Cortaberría jugando para Wanderers de Santa Lucía. Foto: Cedida a FútbolUy / Canelones Azulgrana

José Cortaberría jugando para Wanderers de Santa Lucía. Foto: Cedida a FútbolUy / Canelones Azulgrana

Luego de un semestre jugando en su pueblo natal, recibió una comunicación que se le hizo imposible de rechazar.

Y es que “a través de una plataforma” lo contactaron para jugar en Promozione, la sexta división de Italia.

“Ya me habían contactado y hablado muy bien, que por más de que sea una categoría baja, hay muchos equipos y algunos pagan bastante bien”, contó, y ahondó: “Estaba en una situación en la que las posibilidades de jugar en la A o en la B eran difíciles. Entonces era seguir jugando en el interior con un trabajo y decirle adiós al fútbol, pero surgió esto”.

“Ya se habían contactado en enero para una categoría un poco más alta, pero me había negado a salir por la situación que había vivido en Andorra. Después de esos seis meses, que sí los disfruté, surgió lo de Italia y lo vi con buenos ojos”, recordó.

Y es así como llegó a Amantea, un club ubicado en Calabria, al sur de Italia y “al lado del mar”.

“Me habían hablado bien y que podía jugar en esta categoría e incluso en alguna más arriba. Hubo varios tanteos, pero siempre miraba qué ciudad era. No vi la categoría y dije ‘si va mal, me vuelvo a Uruguay’. Lo tomé como una nueva experiencia de vida”, detalló.

Amantea “es el equipo de la ciudad”, y “si te va bien, sos un fenómeno”, pero “si te vas más o menos, ya te miran raro”. “Se parece un poco al fútbol del interior” de Uruguay.

En la liga, “los equipos que se preparan para ascender tienen buen nivel, pero lo que pasa es que las canchas… te puede tocar una cancha mala y que el equipo no quiera jugar, o una de sintético, entonces se hace más parejo el campeonato”.

“El fútbol es muy pasional. Atajaba un penal y era un fenómeno, pero me hacían un gol y ya me miraban raro”, contó Cortaberría, a quien en el periódico local destacaron por los penales que atajó, lo que lo convirtió en un “atajapenales”.

Foto: Cedida a FútbolUy

Foto: Cedida a FútbolUy

La ciudad en la que vive es “chica”, pero “muy turística”. “Es como un Punta del Este en enero en cuanto al movimiento. El sur de Italia lo encontré muy parecido a Uruguay”, dijo, y destacó su seguridad.

“Con el idioma se me hizo difícil al principio. No entendía nada y se me complicaba a la hora de expresarme, y me puse a estudiar”, contó.

Con respecto a los extranjeros que juegan en divisiones bajas, indicó: “He conocido muchos chicos jóvenes, diferentes a mi historia porque vine grande, con 33 años. Vienen porque les ofrecen un salario digno, un lugar donde vivir y la experiencia de estar en Italia”.

José trabajó de guardavidas en la temporada de verano porque entre mayo y agosto estaba libre: “Un dirigente del club me lo consiguió”.

“Cuando estaba en el Campeonato, solo jugaba, pero tenía compañeros que trabajan. Yo vengo de afuera y tengo un salario, no vine como hobby como algunos jóvenes de acá. En Eccellenza, que es una categoría más arriba, la mayoría tiene solo el salario”, comentó.

Y cerró diciendo si recomendaría o no a uruguayos ir a jugar al ascenso italiano: “Depende. Tenés que tener la experiencia justa para saber que es solo de paso. Si venís de grande y buscás tranquilidad en una ciudad que te guste, sí. Si sos joven, mejor intentá hacer una carrera más profesional en Uruguay”.

En el momento de la publicación de esta nota, José se encuentra disputando un torneo de fútbol playa en Italia.

Por Gonzalo de León