Nacional empató sin goles con Wanderers en el Parque Viera y dejó pasar una inmejorable oportunidad de asegurar la Tabla Anual, que todavía lo tiene primero y con cinco puntos de ventaja respecto a Peñarol. Pero, además, dejó pasar una gran chance de prenderse en la pelea por el Clausura, que lo tiene segundo a cuatro unidades de los aurinegros.

Con dos fechas por delante, para ganar el Clausura, los albos necesitan dos traspiés del equipo de Diego Aguirre, que jugará ante Defensor Sporting como local y contra City Torque en el estadio Centenario.

Molestos por el resultado y el rendimiento, un importante grupo de hinchas manifestó su malestar. Hubo insultos y algún proyectil que impactó en el ómnibus, y en periodistas que estaban esperando la salida del plantel en el Parque Viera.

El entrenador Pablo Peirano se retiró sin hacer declaraciones, y como era de esperar, tampoco hablaron futbolistas ni dirigentes. El clima no era propicio para que ninguno se detuviera a dialogar con los medios. El partido terminó a las 20:26, y a las 20:40 estaba partiendo el ómnibus que trasladó a la delegación.

Un importante cordón formado por efectivos de la Guardia Republicana le permitió al plantel retirarse, en medio de abucheos y de un clima hostil para con un equipo que, si bien marcha primero en la Tabla Anual y está a una victoria de clasificarse a las finales del Campeonato Uruguayo, todavía no convence y deja dudas de cara a lo que viene.