“Tuvimos las opciones para concretar en un partido que se hizo de poco espacio, muy físico en la parte baja y con un bloque de ellos muy denso. Tuvimos tres o cuatro opciones para concretar y no pudimos”, lamentó Pablo Peirano, entrenador de Nacional, luego del empate sin goles frente a Juventud de Las Piedras en el Estadio Centenario.

“En el segundo tiempo buscamos con las variantes y nos aproximamos un poco más, pero no pudimos marcar con centros ni con juego. Ellos prácticamente no tuvieron acciones ofensivas y se nos escaparon puntos que eran muy importantes”, agregó el director técnico albo, quien no quiso entrar en polémicas por las decisiones arbitrales de Hernán Heras.

Sobre el penal reclamado sobre Maxi Gómez en el primer tiempo, se limitó a decir que nunca vio “a un nueve tirarse cuando está frente al arco”, y le pareció que “fue abajo el golpe” del colombiano Geiner Martínez sobre el sanducero, aunque aclaró que fue “una apreciación en un celular”. “No quiero hacer un juicio”, comentó.

“Nos ocupa todo ese aspecto por algunas jugadas puntuales. Hay áreas para ajustar ese tema. Nosotros, más allá de ciertas cosas, tenemos que hacer bien nuestro trabajo para que lo demás sea secundario”, agregó sobre los jueces.

“En el primer tiempo Luciano Boggio rompió muy bien, tuvo situaciones de gol y asistió. Por ese lado estuvimos mejor, con más situaciones, y Nico Lodeiro por adentro centrando, tirando paredes y poniendo pelotas difíciles. Para mejorar, cuando se nos cierran mucho por adentro, hay que buscar con más altura los laterales y centrar si no tenemos profundidad”, analizó.

Consultado sobre Nicolás López y su salida a los 54’, explicó que el Diente “trabajó en la semana más diferenciado que en la anterior, porque el esfuerzo lo dejó más dolorido”. “Jugó más o menos los minutos que teníamos pensado que jugara y entró Gonzalo Carneiro”, dijo.

“El plantel está golpeado por no haber ganado los puntos. Teníamos mucha expectativa, más con el partido que habíamos hecho previamente. Hay que seguir porque todavía quedan partidos”, dijo, y reconoció que “está bien que los hinchas estén molestos y que quieran que el equipo gane”.

“La fecha pasada fue de aplausos y hoy no. No vi ningún jugador riéndose ni mucho menos. Estaban todos apenados por el resultado y se vaciaron hasta el final. Se acepta”, dijo sobre algunos silbidos que se escucharon en el final.

“Las situaciones las tuvimos. Los cierres de torneos son así y los partidos se cierran y se hacen más luchados. Las opciones son más de rebotes, segundos balones y pelotas quietas. Hay que seguir por el camino porque faltan partidos y estamos con toda la confianza de seguir sumando”, señaló. “Somos todos conscientes y hay que seguir afrontando porque la esperanza la tenemos y la convicción también”, concluyó.