Dos sucesos curiosos se registraron en la previa del clásico de este domingo entre Nacional y Peñarol por la final del Campeonato Uruguayo en el Gran Parque Central.
Por un lado, el hincha tricolor protagonista fue quien se disfrazó del Joker y se subió a la terraza de una casa ubicada en las afueras el estadio del barrio La Blanqueada. El fanático bailó al ritmo de música y hasta colgó un bandera del reconocido villano.
El otro hecho lo protagonizaron los hinchas aurinegros, quienes pegaron en el ómnibus de Peñarol varios pegotines de la gallina inflable con el escudo de Nacional, que tuvieron que ser retirados por la Policía e hinchas albos.