Nacional: La calidad de Nicolás López se destacó en un plan inicial de Peirano que falló

Luis Mejía: Cumplió como siempre con buenas tapadas como con un disparo de Alan Patrick u otro de Bruno Henrique. Nada que hacer en el gol que abrió el marcador. En el complemento el panameño se dedicó a mantener a su equipo en partido con grandes salvadas. En el segundo, nuevamente nada pudo hacer.

Lucas Morales: Trató de combinar con Villalba para generar un buen tándem en ataque, aunque no siempre salió bien la apuesta. No fue tan atacado por su sector ya que los Colorados encontraron facilidades por derecha. En el complemento ante la necesidad muchas veces lo agarraron mal parado y no costó más ya que los norteños fallaron en la definición.

Sebastián Coates: Los minutos que estuvo en cancha le dio calma a la defensa, en un partido de alta intensidad y nerviosismo. Tuvo una dolencia muscular a los 36’ y se le acabó el partido, lo cual desordenó la última línea local y su equipo lo sintió mucho.

Julián Millán: Es un zaguero que impone desde lo físico, pero es desprolijo y cuando sale de la cueva muchas veces genera espacios para los rivales. Gana mucho por arriba y es impetuoso, con la pelota bastante desprolijo. No fue de sus mejores partidos, impulsado además por la floja labor del lateral.

Gabriel Báez: Otro de esos partidos donde demuestra las falencias que tiene a la hora de la marca cuando lo encaran con decisión. Todas las acciones peligrosas del primer tiempo vinieron de su banda, incluso el gol de la apertura brasileño. Pocas veces se fue al ataque ya que estaba desbordado en defensa.

Christian Oliva: Es el equilibrio de este equipo, trabajador en la recuperación y sencillo a la hora de pasar la pelota. Marca mucho, cubre a sus compañeros y es importante su aporte para la línea final. Tuvo mucho trabajo ante un equipo adversario que tenía talento en el traslado y las transiciones.

Luciano Boggio: Trató de colaborar con Oliva en la marca, pero no estuvo tan presente en las conexiones ofensivas. Estuvo por debajo de sus posibilidades, sin poder pesar más en el engranaje colectivo. Se fue frustrando y consumiendo ante la desesperación de un partido que se puso cuesta arriba. Debió salir antes.

Lucas Villalba: Corriendo siempre genera algo por su alta velocidad al estar lanzado que generalmente es superior a sus rivales. A veces carece de maniobra, pero cuando consigue claridad, apareció con buenas prestaciones. A los 28’ se sintió en el aductor pero con mucha personalidad se sostuvo en la cancha. Nunca se rindió, pero se fue apagando al tener un adversario retrasado, que lo escalonaba y no le daba espacios.

Mauricio Pereyra: No apareció nunca, carente de dinámica, pero además tampoco encontró sus pases filtrados o precisos que generaran brechas para los demás. Salió en el entretiempo, mostrando que el plan de Peirano de ponerlo de titular, no funcó.

Diego Romero: Al igual que Pereyra, no fue factor en el juego, consumido por la marca de sus adversarios y sin ideas para desnivelar por su sector. Apuesta fallida del DT que también lo sacó en el entretiempo-

Nicolás López: Fue el que más hizo preocupar a los dos zagueros con su experiencia y picardía a la hora de ofender. Hizo un gol apenas arrancado el duelo, pero estaba en fuera de lugar. Se mostró siempre, la pidió y demostró su clase y personalidad, jugando. Tuvo un zapatazo que reventó el travesaño en el complemento y mereció ser gol.

LOS QUE ENTRARON

Paolo Calione: Ingresó por Coates a los 37’. Ingreso con vacilaciones y falta de coordinación con Millán que generaron algunas ocasiones para sus rivales. Lo anticiparon en el gol de la apertura y dio mal la pelota en otra acción que pudo ser el segundo. Con los albos volcados al ataque se acomodó un poco mejor, pero no estuvo nada claro.

Jeremía Recoba: Ingresó por Romero a los 45’. Le dio otra personalidad al equipo sin ser tan claro como en otras ocasiones. Siempre quiere la pelota y es aplicado tácticamente lo que ayuda a mejorar el rendimiento general. Quiere y va, aunque no siempre le salga.

Gonzalo Petit: Ingresó por Mauricio Pereyra a los 45’. Se paró como nueve y le dio otra libertad al Diente López que se liberó en todo el frente de ataque siendo una pesadilla para la defensa colorada. Peleó con los zagueros en el juego aéreo, pero perdió más de las que ganó. No fue gran aporte.

Diego Herazo: Ingresó por Báez a los 66'. Otro que siempre que entra genera algo distinto, con su corpulencia, ganas, y buena ubicación. Le dio una pelota a López que definió bien pero rebotó en un rival que evitó cualquie cosa. Ganó muchas por arriba y complicó a los defensas. Debió ingresar mucho antes.

Romulo Otero: Ingresó por Boggio a los 74'. Entró para el cuarto de hora final pero no pudo mostrar demasiado en acción. Se encargó de lanzar las pelotas quietas, eso sí, envíos de mejor calidad, e incluso reventó el travesaño con tiro libre a los 90'+2'.