Jadson Viera, entrenador de Nacional, habló este lunes en conferencia de prensa sobre el 2-2 del domingo ante Peñarol, un equipo contra el que sorprendió con Gonzalo Carneiro y Christian Ebere como titulares en la delantera. Fue una decisión que tomó “viendo la característica del rival” y “pensando en la estrategia”, porque “podía pasar lo que pasó en el primer tiempo, de encontrar espacios con ellos dos, que se entienden”.

“Es un grupo y estamos todos para sumar. La estrategia es clara: en este caso Maxi [Gómez] no tuvo una buena semana y también estuve hablando con el Diente. Prevaleció lo grupal y la estrategia en sí del partido. Los tengo a todos a la orden y ahora a pensar en el fin de semana”, dijo.

Esa variante implicó dejar al margen a Nicolás López, con quien habló “con sinceridad” y dejó “las cosas en claro”. “Puede ser difícil de entender. Es nuestro goleador y tiene un gran compromiso con todo esto. En partidos anteriores hizo un esfuerzo bárbaro por su lesión en el tobillo, de la que ya está bien. Visualicé cierta situación de partido, la entendió y aportó. Es esto: que cada uno aporte lo suyo porque el resultado final es que todos ganemos”, señaló.

“El equipo está en un crecimiento espectacular”

Respecto al partido, opinó que “el primer tiempo del equipo fue muy bueno”. “El segundo nos costó un poco más, sobre todo tener más la pelota. Teníamos que pasar este partido y confirmar un montón de cosas. El equipo está en un crecimiento espectacular”, valoró el director técnico tricolor.

Viera lamentó “ese gol sobre el final” del primer tiempo anotado por Matías Arezo, algo que “podía pasar porque ellos tienen un alto porcentaje de goles sobre el final”. “Es algo que voy a ir mejorando. Creo que venimos con un porcentaje que no me está agradando mucho, sobre todo de algo que ya venía en ellos. Leo [Fernández] ayer estuvo bien en balones parados. Nosotros, en el tiempo que tengo, tenemos que ir ajustándolas. Después el equipo estuvo bien sobre esa función del balón parado, pero es algo a pensar para el fin de semana”, dijo.

Para el entretiempo, el mensaje fue claro: “Les dije a los jugadores que estábamos haciendo bien las cosas. Estábamos viviendo situaciones muy al límite, muchos por primera vez. Pasé a darles tranquilidad”. Reconoció que “podría haber ajustado algo” a nivel defensivo, “pero también visualizaba algo interesante en la parte ofensiva”.

“En 45 minutos, se demostró lo que uno pretende”

“Nos costó en el segundo tener un poco más la pelota para encontrar algunos espacios. Nos tocó defender porque es parte del fútbol. Fue un tiempo para cada uno y una pelota en el palo de cada uno en el segundo tiempo. El primer tiempo lo teníamos controlado y un gol al final siempre agranda al rival”, dijo sobre la postura defensiva de la etapa complementaria. “Ellos tienen jugadores de jerarquía también. La idea no era esa, pero son situaciones que pasan en un partido. Hay que sacar conclusiones”, agregó.

“Los felicité porque se demostró prácticamente en 45 minutos lo que uno pretende. En la semana trataremos que el tiempo sea más largo. Llegaremos en igualdad de condiciones a un partido tan importante, con nuestra gente. En esto estamos juntos, como dije desde que llegué. Somos el mejor equipo del año y la gente nos ha acompañado”, señaló.

“Debemos tener tranquilidad. La semana pasada parecía que estaba todo perdido. Hay que tener un equilibrio esta semana, porque no se ganó nada. Creo que se confirmaron un montón de cosas, sobre todo el crecimiento del equipo”, apuntó Viera, quien cree que el equipo “puede presionar un poco más” en la revancha, pero “manteniendo el equilibrio”.

Los lesionados, la roja de Villalba y Javier Méndez

Consultado por la primera amonestación de Javier Méndez en filas de Peñarol, por una dura falta sobre Gonzalo Carneiro, dijo que le “pareció en el momento que se podía haber revisado y con eso se podía haber tomado una decisión de expulsión”. “Revisándola bien, tendría que haber sido expulsión”, comentó.

“Tener un jugador más siempre es mejor, pero no nos condicionó en nada porque el equipo estaba bien”, recordó sobre esa incidencia en el minuto 22, y también se refirió a la expulsión de Lucas Villalba con el partido terminado. “Ya se perdía la revancha con la quinta amarilla, y con las pulsaciones. No estaba bien. Le dije que estuviera tranquilo porque iba a aportar”, comentó.

Para lo que viene y los jugadores que terminaron sentidos, dijo que “no hay mañana”, por lo que “no hay dolor, malestar ni dolor de cabeza”, sino “una ilusión de todos de estar en este partido”. “Están todos a la orden”, concluyó.