Los Miami Heat, décimos en el Este, pasaron este miércoles por encima de los Chicago Bulls (novenos) por 90-109 y se enfrentarán en el último cruce del play-in a los Atlanta Hawks (octavos) este viernes (20:00 horas de Uruguay) por un lugar en los playoffs; el vencedor se medirá en la primera ronda a los Cleveland Cavaliers, primeros de la Conferencia.
Tyler Herro fue el amo y señor del partido con 38 puntos y un excelente 13 de 19 en tiros de campo para Miami, que no estuvo por debajo en el marcador en toda la velada. Lo acompañaron Andrew Wiggins (20 puntos y 9 rebotes), Bam Adebayo (15 puntos y 12 rebotes) y Davion Mitchell (15 puntos y 8 asistencias).
En los Bulls, que se estrellaron con solo un 39,8% en tiros y que recibieron 56 puntos en la pintura de los Heat, el máximo anotador fue Josh Giddey (25 puntos y 10 rebotes), mientras que Coby White tuvo un día muy desafortunado (17 puntos con 5 de 20 en tiros y 7 pérdidas de balón).
Miami aplastó a Chicago en ambos lados de la cancha, llegó a ganar de 25 puntos, metió un 58,7% de sus tiros y un 55,6% de sus triples (10 de 18), dominó la zona con 34 puntos y su defensa secó al ataque rival (44,2% en tiros con 11 pérdidas).
Al timón de los Heat se puso Herro con una primera mitad majestuosa de 23 puntos con un perfecto 8 de 8 en tiros (incluyendo un 3 de 3 en triples). Tras un descorazonador 47-71 al descanso, los Bulls despertaron en un tercer cuarto ahora sí con un ataque mucho más activo, coral y decidido.
Chicago llegó al último cuarto con una parte importante del camino recorrido (74-88), pero no había ambiente de remontada; Herro volvió a pedir la palabra para silenciar a los Bulls y Miami se ganó el derecho a seguir vivo en el play-in.
Los Dallas Mavericks, décimos del Oeste, aplastaron a los Sacramento Kings (novenos) por 106-120 y se jugarán la última plaza del playoff este viernes (22:30 horas de Uruguay) ante los Memphis Grizzlies (octavos). El que gane se enfrentará en la primera ronda a los Oklahoma City Thunder (primeros de la Conferencia).
Los Mavericks, muy físicos y concentrados y que ya en el tercer cuarto iban ganando por 26 puntos, firmaron una actuación prácticamente redonda tanto en ataque como en defensa. Anthony Davis fue el máximo anotador con 27 puntos y 9 rebotes. También destacaron Klay Thompson (23 puntos con 5 de 7 en triples), P. J. Washington (17 puntos y 9 rebotes) y Brandon Williams (17 puntos).
DeMar DeRozan fue el único que cumplió en los Kings con 33 puntos y 7 rebotes. Zach LaVine no pudo darle el respaldo necesario (20 puntos con 5 pérdidas de balón) y Domantas Sabonis muy lejos de lo esperado (11 puntos y 13 rebotes con 5 pérdidas).
Tras un primer cuarto equilibrado (29-27), el segundo periodo fue un vendaval de Dallas que rápidamente se convirtió en una pesadilla para Sacramento. Los de Jason Kidd abrumaron a los locales con un brutal 19-44 propulsado por un Thompson magnífico con 16 puntos y un perfecto 5 de 5 en tiros con 4 de 4 en triples.
A la fiesta de Thompson se unió Davis con otros dos triples y los Mavericks desembarcaron en el intermedio con el partido totalmente bajo el control (48-71). No solo se lució el ataque visitante (15 de 22 en tiros, 8 de 11 en triples), ya que en ese segundo cuarto la defensa de Dallas también brilló con luz propia atenazando a unos Kings temblorosos, sin respuesta y a la deriva.
Los californianos necesitaban una reacción explosiva que nunca llegó. Tan solo lograron algunos chispazos como un parcial de 10-0, pero los Mavericks no sufrieron en exceso en el tercer cuarto para mantener siempre la ventaja por encima de los 15 puntos.
Cada vez más desanimados y resignados, los Kings llegaron al último cuarto con demasiados deberes pendientes (81-99) y terminaron bajando la cabeza ante unos Mavericks muy superiores.