Fernando Muslera fue el último de los jugadores de la selección uruguaya que vio detenidas sus actividades a raíz del coronavirus. En Turquía se siguió jugando una semana más que en el resto del mundo, y cuando se paró fue por la fuerte presión que ejercieron los jugadores.

“Estamos empezando el problema. La población es de 80 millones y en los últimos tres o cuatro días los contagios van de 300 en 300. El presiente es bastante religioso y puso la religión por delante de la enfermedad, diciendo que se podía salir con rezos”, contó Muslera al programa 100% Deporte, de Sport 890.

“Las cosas se complicaron y se empezó una campaña bastante similar a la de Uruguay para que todos se queden en sus casas, porque es la única manera de poder controlar un poco la situación, pero sin medidas rigurosas. Se hace difícil, que es un poco lo que estoy viendo en Uruguay”, comentó.

En Uruguay no se tomó al 100% el tema

“Acá se anuncian de a 300 contagiados por día. Hace cuatro noches vengo mirándolo. No quieren generar pánico, pero el pánico ya está instalado y hay que saber sobrellevarlo. Hay que protegerse cada uno para proteger al otro”, señaló Muslera, quien está haciendo cuarentena junto a su esposa y sus dos hijos.

El respeto del pueblo turco a la cuarentena por tiempo definido “es más o menos”. “Ahora se está viendo un poco menos de tránsito. Hay mucho menos en las horas pico. La gente tiene que trabajar y hacer su día a día, pero siguiendo los cuidados. Eso es lo fundamental, pero cuanto más se pueda estar dentro de la casa, mejor”, dijo.

“En Turquía es muy buena la salud, pero el problema es la cantidad de gente que se puede infectar, haciendo colapsar a los hospitales. Acá ya van 1.200 infectados y 30 fallecidos”, dijo, y citó el caso de Italia, donde tiene varios amigos que le contaron que “subestimaron la enfermedad al principio”. “Cuando suspendieron las clases se lo tomaron como vacaciones y salieron a tomarse un café. Hoy lo están lamentando mucho y pasándola muy mal”, explicó.

A la distancia ve la situación de Uruguay a través de las fotos que suben las personas a las que sigue en redes sociales y nota “que la gente todavía sale y sigue algunas normas, pero también se ve gente que se queda en su casa y que muestra conciencia”. “Veo que todavía no se tomó al 100% el tema. Entiendo que haya gente que tenga que salir a trabajar, pero cuanto más se pueda respetar la cuarentena, hay que hacerlo”, manifestó.

Los “sindicalistas” que pararon el fútbol en Turquía

Muslera recordó que para el último partido que disputó había “ambiente cero”. “Encima nos tocó jugar el derbi contra Besiktas como locales. Es un partido hermoso para jugar y nos tocó jugarlo sin público y con el miedo por todo lo que podía llegar a pasar. Siempre estaba esa incertidumbre porque no conocíamos la situación de los jugadores rivales”, explicó.

“Con Falcao y Alexandra (Gómez), una muchacha que es abogada de FIFPro, estuvimos moviéndonos para cancelar e hicimos un grupo con jugadores de otros clubes para armar algo. Creo que el mensaje de FIFPro llegó y se suspendió, pero debió suspenderse antes”, narró.

“El presidente de Turquía toma decisiones y se respetan a rajatabla. Es un poco difícil ir en contra y quedar como el sindicalista. Nosotros intentamos a través de las redes sociales, poniendo la persona de por medio y mostrando que las otras ligas habían parado, y nos pusimos en contacto con referentes de otros equipos para reclamar”, recordó.

“Hace una semana nos mandaron a encerrarnos. Hoy tuvimos la mala noticia de que el vicepresidente del Galatasaray dio positivo, así que estamos a la espera de los exámenes que nos han hecho el miércoles pasado. Nuestro último contacto con él fue hace dos semanas, pero la semana pasada tuvimos una reunión en el club con otra gente y todavía se puede contagiar. Eso te hace estar perseguido al llegar a tu casa”, concluyó.