Un hecho curioso ocurrió este miércoles en la segunda división de Malasia, una liga que de por sí jamás ameritó una publicación en este portal y que difícilmente repita. No obstante, lo atípico del episodio lo hizo viral.

El Perak FC logró una ajustada victoria por 2-1 sobre Kelantan FC y en los minutos finales hubo un festejo poco habitual de parte de un jugador que ni siquiera había convertido, ya que sus compañeros estaban preparando un tiro de esquina.

El número 2 del cuadro ganador miró hacia la hinchada e hizo un bailecito ante la atenta mirada de un rival que estaba muy próximo. Para sorpresa de muchos, el paciente número 33 del conjunto rojiblanco apenas lo miró y ni siquiera amagó con increparlo. No obstante, el delantero del cuadro verde se tiró al piso como si hubiese sido golpeado y fingió una lesión. A lo Neymar, pero en Malasia.