El exentrenador de la selección uruguaya y de Peñarol, Óscar Washington Tabárez, estuvo presente en el lanzamiento del libro El éxito de la inconsciencia, que se realizó en el Campeón del Siglo y que relata la obtención de la Copa Libertadores de 1987, la quinta y última de los carboneros.

“Las cosas por algo suceden”, mencionó en una parte de su alocución el Maestro, recordando el mítico partido conocido como el 8 contra 11, en el que los carboneros vencieron a Nacional el 23 de abril de 1987 bajo su mandato y con tres hombres menos.

El reconocido entrenador rememoró que el partido fue en el marco del triangular organizado por la Casa de Andalucía, un duelo donde sus dirigidos comenzaron adelante con gol del Zurdo Viera, pero Jorge Cardaccio igualó para los tricolores.

“Se fueron dando las circunstancias. El partido iba empatado, y en poco tiempo nos expulsan tres jugadores [Viera, José Herrera y José Batlle Perdomo]. Me acuerdo de Eduardo Pereira [golero] llamando a los jugadores sobre la Colombes; ellos lo rodearon y yo pensando: ‘¿Qué les estará diciendo?’ Después me enteré de que el mensaje fue: ‘Vamos a meternos atrás y pelear el partido hasta que podamos’”.

“Capaz que no estaba en los cálculos de nadie que dos jugadores que habían entrado en el partido, como Diego Aguirre y Jorge Cabrera, cambiaran todo. Fue una jugada que se inició en nuestra cancha. Salieron jugando con transiciones propias del fútbol, moderno, llegaron tocando, hasta que Jorge la puso contra un palo [marcando el 2-1 a los 83’]”, señaló.

“Luego, el esfuerzo de todos los jugadores dentro de la cancha, lo que gritaba la hinchada y festejaba cada rechazo, terminó sellando algo épico”, rememoró.

“Fue una primera señal”, dijo en referencia a la obtención de la Libertadores de 1987, y recordó: “En un momento, se me acercaron cuatro jugadores: Gustavo Matosas, Jorge Gonçalves, Diego Aguirre y Obdulio Trasante. Gustavo se tocó el pecho y me dijo: ‘Mire, esto somos nosotros’. Yo recibí el mensaje con claridad”.