Macaluso sobre sus gestos: "Saludar con la mano abierta no es un insulto"

Una situación polémica se generó en torno a Damián Macaluso este domingo en el Parque Central. El zaguero de Juventud de Las Piedras fue insultado por su pasado en Peñarol y sobre el final del encuentro reaccionó con gestos que podrían significarle una sanción, ya que su accionar fue informado por Daniel Barceló, de la Comisión de Seguridad de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

“Durante el partido lo insultaron en muchas oportunidades desde la tribuna, y cuando estaba terminando hizo gestos hacia la tribuna (José María Delgado) y dijo cosas que estuvieron fuera de lugar. Eso es lo que voy a informar, y ese informe luego para a la Comisión Disciplinaria”, explicó Barceló a Sport 890 minutos después del 2-0 de Nacional. El gesto fue extender la mano abierta mostrando cinco dedos, en referencia al 5-0 clásico del 27 de abril de 2014.

“La Intergremial está pidiendo que sus miembros no sean agredidos, pero ellos también ellos deben ayudarnos a nosotros y asegurar que el espectáculo sea normal. Al no haber mucha gente en la tribuna Delgado, los gestos no suscitaron grandes problemas, pero en un partido con tribuna llena o con un resultado no positivo para Nacional, pudo haber ocasionado algo mayor”, añadió Barceló.

Por último, el integrante de la Comisión de Seguridad de la AUF dijo entender el enojo del zaguero de Juventud, pero debe “informar las dos cosas”. “Dijo muchas cosas que, siendo profesional, no debe decir. Entró al túnel y siguió insultando. La gente de Nacional le pidió que no insultara y que no fuera a la tribuna a crear un problema, y él empezó a ponerse muy nervioso”, concluyó.

Macaluso contó al programa 100% Deporte, de Sport 890, que nunca agravió a quienes lo insultaron y se mostró sorprendido por las declaraciones de Barceló por entender que estuvieron “fuera de lugar y de momento”, dado que “le dijo antes a la prensa lo que debe informar antes a los jueces”.

“Yo aguanto, está todo bien. Es parte de esto y me pasa en todas las canchas. Pero que una vez que yo conteste me denuncien, cuando no insulté ni le pegué a nadie, me parece que sería errarle muy feo. Yo asumo que contesté, pero no insulté. Saludar con la mano abierta creo que no es un insulto”, sostuvo el zaguero de 36 años, y aclaró que nunca hizo el gesto de estar vistiendo una casaca rayada.

“Fui a hablar con el cuarto árbitro y no aguanté más. Me insultaron desde que salí a calentar, lo asumo y me encanta, Pero en un momento no aguantás más. El que me insultaba estaba con un niño al lado y en una de las tribunas más importantes del Parque Central (la José María Delgado), donde supuestamente va gente de clase media para arriba. Lo vi, me gritó 40 veces y en una no aguanté y le hice un gesto. Asumo que está mal lo que hice yo, pero tampoco nos quedemos con estas cosas pequeñas cuando afuera hay un huracán”, contó.

Consultado por un altercado que mantuvo con integrantes de la seguridad de Nacional cuando se dirigía al vestuario visitante, optó por bajarle el perfil al tema y decir que “no pasó nada”, aunque disparó: “está perfecto que tengan 77 seguridad adentro del túnel y que te empujen y te metan para adentro como ganado. Está perfecto. Está todo bien. Fueron cosas que pasan dentro de un túnel”.