Olympique de Lyon, uno de los equipos más grandes de Francia, fue relegado a la Segunda División por la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG) debido a desequilibrios en sus cuentas (deudas de más de 500 millones de euros), anunció este martes la Liga de Fútbol Profesional francesa (LFP).

Durante la audiencia de este martes, el club no logró convencer al órgano que vela por el control financiero del fútbol francés de que levantase las medidas impuestas en noviembre, entre ellas un descenso administrativo a la Ligue 2 en suspenso.

El propietario del Lyon, el estadounidense John Textor, se había mostrado confiado antes de presentarse a la DNCG, luego de siete meses de esfuerzos para equilibrar las cuentas del club.

“Hemos realizado varias inversiones en las últimas semanas. Todo está bien a nivel económico”, aseguraba recientemente el dirigente, presidente de la estructura Eagle Football Holding (EFH), de la que el Botafogo también forma parte.

El lunes, había obtenido un acuerdo para la cesión de su participación en el club inglés Crystal Palace al empresario estadounidense Robert Wood Johnson, propietario del equipo de fútbol americano New York Jets, una transacción estimada en 190 millones de libras (255 millones de dólares) por la BBC.

Además de un plan de bajas voluntarias para un centenar de empleados, el club redujo, paralelamente, su masa salarial con el final de contratos onerosos como los de Alexandre Lacazette y Anthony Lopes, y traspasó a Maxence Caqueret al Como 1907 de Italia y a Rayan Cherki al Manchester City.

Lyon, que es el sexto club más laureado de Francia con siete ligas, puede interponer un recurso, pero de confirmarse su descenso, su lugar en la Ligue 1 pasaría al Reims, derrotado por el Metz en el playoff de descenso.