Lucas Sanseviero, extremo de Danubio que a sus 25 años es una de las piezas más importantes de su equipo, volvió a cumplir un buen partido contra Nacional, su club de origen, más allá de no haber logrado la victoria en el 0-0, en el estadio María Mincheff de Lazaroff.

“Fue un partido correcto. Fallé bastante y a la hora de dar el último pase estuve en el debe”, reconoció el atacante en diálogo con el programa La mañana del fútbol de El Espectador Deportes, y se mostró autocrítico con “la toma de decisiones”.

En su pasaje por Nacional, donde jugó cuatro partidos amistosos y nunca llegó a jugar a nivel oficial, tuvo dos encuentros bajo el mando de Gustavo Munúa y dos con Pablo Repetto. Por entonces, a su entender, los juveniles no eran tan promovidos al primer equipo.

“Hoy los grandes están subiendo juveniles y es un acierto. Cuando yo estuve, hubo una pretemporada en la que subimos como 11 juveniles, y creo que uno solo quedó y pudo salir. El manoseo de juveniles de los años en que yo estuve, hoy ha mejorado”, expresó.

“Tuve una charla con un técnico que me decía que si era por él, me llevaba al banco el fin de semana y me ponía unos minutos, pero había órdenes de arriba. No creo que haya sido personal, sino más que nada con los juveniles”, señaló.

Peñarol, Nacional y Matosas

Su nombre sonó para Peñarol en los últimos dos períodos de pases. “La chance fue real y es real, pero no. Hablé con mis representantes en su momento, y hoy me debo a Danubio. Me quedan cuatro fechas y se me vence el contrato en diciembre”, manifestó.

“Tengo, quizás, otras cosas mejores del exterior, que es adonde quiero dar el salto para ponerme un nuevo desafío en mi carrera y seguir creciendo. Mi representante [Gerardo Rabajda] me aconsejará lo que sea mejor en ese momento”, señaló.

Consultado por un posible retorno a Nacional, reconoció que “lo pensaría”, aunque aclaró que sigue “pensando en salir al exterior, y en dar un salto”. “Creo que es el momento y, por lo que sé, hay chances de que se dé”, señaló el veloz extremo nacido en San Ramón, Canelones.

Por último, elogió al entrenador franjeado, Gustavo Matosas, quien “inculcó eso de ir al frente desde que llegó como director deportivo”. “Hay cosas que me costaron años y que no había podido mejorar, y ahora las mejoré en un par de meses. Por ejemplo, los centros y los remates, que antes me costaban y los he mejorado mucho a base de trabajo en estos meses”, concluyó.