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Con una ceremonia denominada “Danza de la Diversidad” se cerró este domingo el evento más importante del año a nivel deportivo en toda América; los Juegos Panamericanos. El estadio Nacional de Lima se vistió de gala y más de 50.000 personas palpitaron con los ritmos y el colorido de Perú, con todo un continente invitado.
Los 41 abanderados desfilaron con sus banderas flameando. Por Uruguay, el encargado de llevar el pabellón fue el remero Bruno Cetraro, uno de los cuatro medallistas dorados del bote cuádruple que se coronó el pasado viernes.
Un total de 955 artistas estuvieron en escena, con más de 1.000 trajes vistosos y danzas autóctonas que interpretaron el segmento musical denominado “Adiós Lima” y que rindieron homenaje a la salva peruana, desde su paisaje sonoro hasta los colores de la región amazónica.
La extinción de la llama fue representada por una pareja de bailarines y las memorias de su historia de amor. Bajo un candelabro de pañuelos la llama pareció apagarse, pero se transformó en un candelabro brillante que está pronto para regresar en Santiago 2023.
Chile tomó la posta con la presencia de su presidente, Sebastián Piñera, y se integró al espectáculo musical con el dúo Power Peralta (Gabriel y Raúl Peralta) y Francisca Valenzuela. El reto no será fácil, pues según Neven Ilic, presidente de Panam Sports, Perú organizó “los mejores Juegos Panamericanos de la historia”. El listón, por suerte, quedó bien alto.
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