Nicolás Lodeiro fue presentado este viernes de forma oficial como nuevo jugador de Nacional, club al que regresa tras casi 16 años. Firmó por un año, con un salario acorde al presente de la institución.
La presentación se hizo en el Gran Parque Central y el primero en tomar la palabra fue el vicepresidente, Flavio Perchman: “Es un enorme placer recuperar y volver a tener a alguien de la casa que se fue de muy chico”.
“Hizo un esfuerzo muy grande para estar en Nacional. Estamos todos muy contentos”, añadió.
Luego habló Lodeiro, quien admitió “estar en casa”: “Estoy contento de estar acá y muy agradecido de que se hizo posible. Es un sentimiento muy lindo”.
Una de las primeras preguntas fue directamente sobre el clásico contra Peñarol que habrá dentro de un mes: “Ahora que tengo la camiseta puesta, estoy pronto”.
Aseguró que “oportunidades de volver siempre hubo” y “uno hizo esfuerzos, pero, a veces, hay cosas que pasan en el medio y no se hace posible”. “Las ganas estuvieron desde el primer momento”, agregó.
“Vuelve un Lodeiro con más experiencia, pero con las mismas ganas e ilusión que el día que vine de Paysandú”, comentó y destacó la “sana competencia” que hay en el plantel.
“Vengo a aportar desde donde me toque. Siempre me gustó estar atrás del 9, cerca del área, pero cuando salís de Uruguay vas mutando. Va a ser una decisión de Pablo [Peirano, el entrenador]”, indicó. “No he hablado con Pablo, pero lo primero que me dijo Flavio fue que estaba el ok del entrenador, que era lo más importante”, contó.
Dijo estar “feliz” de reencontrarse con Mauricio Pereyra y Sebastián Coates: “Fuimos compañeros en todas las juveniles y en la selección. Es inevitable no recordar las tardes de cuando íbamos a entrenar”.
Con respecto al objetivo de ganar el Torneo Clausura para poder pelear por el campeonato, fue claro: “En Nacional tenés que ganar siempre, es una obligación”.
Ante la consulta de si va a aconsejar a los más jóvenes, respondió: “Me gusta y quiero hacerlo, si me dan la posibilidad. Estoy abierto a contar el camino que me tocó recorrer”.
Luego habló de su famoso festejo del zapato en la oreja: “Desde que me fui, el hincha me remarca ese clásico [3-0 a Peñarol el 6 de diciembre de 2009 con un gol suyo], y para mí es lindo porque me hace volver a pensar en mi padre. Con ese clásico lo tengo más presente porque [el festejo] fue para él. Ojalá volvamos a ver ese zapato”.
Adelantó que se va a retirar en Nacional, pero que ahora se siente “vigente y con ganas”. “No me quiero mover más. Me gustaría seguir relacionado al club”, admitió.
En un momento de la conferencia, irrumpieron sus tres hijos, de los cuales habló: “Ellos sienten los colores como yo, lo aprendieron bien. Se merecían mi vuelta porque han sufrido conmigo y me han apoyado”.
Y cerró hablando de su etapa juvenil, cuando vivía debajo de una de las tribunas del Gran Parque Central: “Recordaba las tardes comiendo naranjas en el cordón de Carlos Anaya, o cuando los fines de semana venía a patear tiros libres con compañeros. Ayudaba al jardinero a cortar el pasto, me metía en el lavadero”.