Los controles previos al acceso de los hinchas al estadio Santiago Bernabéu con motivo de la final de la Copa Libertadores de América entre River Plate y Boca Juniors se desarrollaron con total normalidad, dentro de un estricto e histórico operativo, pero sorprendió a la mayoría de los xeneizes.

Para el asombro de muchos fanáticos bosteros, la policía les requisó pañuelos, bufandas y cualquier tipo de distintivo amarillo. No así los amarillos y azules. Si bien es parte del escudo del club ‘azul y oro’ desde 1905, se trata del color al que se asocia la lucha independentista catalana y el movimiento de la petición de libertad de sus presos políticos.

No se trata de un hecho aislado en la capital española. Lo mismo fue denunciado por hinchas del Barcelona en abril de este año, cuando los culés golearon 5-0 al Sevilla por la final de la Copa del Rey. Aquella vez jugaron en el Wanda Metropolitano y no hubo lugar para ningún tipo de tela amarilla.