San Lorenzo dio vuelta un partido que no mereció ganar e inició de forma inmejorable la defensa de su título de campeón de la Copa Libertadores. Arremetiendo sobre el final, los dirigidos por Edgardo Bauza le ganaron 2-1 en el Centenario a Danubio, que a priori es el rival más débil de la serie y jugó un gran encuentro.

El conjunto de Leonardo Ramos hizo un gran primer tiempo explotando la velocidad por las bandas, complicando con la movilidad de Marcelo Tabárez y de sus dos delanteros y mostrándose firme en defensa, más allá de alguna zozobra aislada.

En su primer ataque claro llegó al gol, casi a los 11 minutos. Agustín Peña peleó un balón por izquierda, Fornaroli buscó a Matías Castro y el argentino se movió bien en el área, bancando la marca entre dos defensores y sacando un remate que rebotó en Caruzzo y Cetto antes de colarse abajo contra un caño.

Castro celebra su conquista. Foto: EFE l Hugo Ortuño.

Apenas dos minutos después del 1-0 tuvo el empate Leandro Romagnoli, quien se filtró en el área sin que nadie saliera a marcarlo, pero su zurdazo bajo lo despejó el arquero Torgnascioli con su botín izquierdo. De allí hasta el descanso tuvo más la pelota el último campeón de América, pero sin inquietar.

Ignacio González maniobró bien en la zona media, aunque a veces apurado e impreciso, Hamilton Pereira estuvo certero en la recuperación y por izquierda tuvo mucho recorrido Leandro Sosa, que metió un centro que casi termina en gol de Castro a los 30’. El remate del argentino quedó entre las piernas de Torrico.

Para el segundo tiempo Danubio salió a presionar arriba, sorprendiendo en busca del segundo gol en los primeros 10 minutos. Estuvo cerca otra vez Castro, el más peligroso de los franjeados, pero su derechazo lo contuvo Torrico. Luego, le costó arrimarse y apostó a juntar líneas y cuidar el resultado.

Consciente de que era difícil de sostener el ritmo, Leo Ramos mandó a la cancha a Ghan por Tabárez para reforzar el mediocampo, y luego a Martín Silvera por Sosa, llevando a Nacho González al carril zurdo. Más tarde entró Barreto por Fornaroli, que salió acalambrado.

Cauteruccio ingresó a los 63 minutos por Mercier.

San Lorenzo, obligado por el resultado desfavorable, buscó más vocación ofensiva con los ingresos de Cauteruccio y Barrientos por Mercier y Villalba, y de a poco fue volcando la cancha y parándose en campo adversario. Justamente Barrientos le dio mejor manejo de balón.

No obstante, recién a los 78’ exigió San Lorenzo al arquero danubiano, que voló para desviar un gran remate de Mussis, sustituto de Romagnoli. Poco después tuvo el empate Sebastián Blanco, pero tras gran corrida por izquierda definió débil y cruzado al quedar de cara con Torgnascioli.

No encontraba los caminos el último campeón de América, pero a los 86’ encontró la llave. El volante central habilitó a Catalán por derecha, éste fue a fondo ante la salida del arquero local y su centro encontró un rebote en un defensor que terminó en gol de Mauro Matos arremetiendo.

El 1-1 ya era un buen resultado para San Lorenzo, por lo mal que jugó y por lo tarde que encontró la igualdad, pero dos minutos después del empate se llevó un inmerecido premio. De un córner de Blanco de la derecha y una peinada de un zaguero local procurando despejar, Cetto se llevó el balón puesto con la cabeza y selló el 2-1 para los de Boedo.

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Cetto celebra su gol, que selló el 2-1.