Edgardo Chino Lasalvia, representante de futbolistas y confeso hincha de Peñarol, elogió este martes la gestión de Flavio Perchman en Nacional: “El gordo está despegado. Es muy pasional y está haciendo las cosas muy bien, sobre todo, los negocios”.
“Eso tiene que empezar a pasar en Peñarol y en todos los equipos. Los clubes tienen que manejarse como una empresa, los ingresos hay que incrementarlos y no hacer gastos desmedidos como se hizo con Leo Fernández”, comentó.
Sobre el Carbonero, se refirió a Ignacio Ruglio: “No me atiende más el teléfono porque dije un par de verdades. El día que deje de ser presidente, lo voy a buscar y voy a hablar como hay que hablar. A mí no me gusta que me tomen el pelo ni me usen”.
Y se refirió a uno de sus representados, Nahuel Herrera: “Me voy a Europa. Tengo cuatro equipos y dos son bastante viables; tenemos de Brasil también”.
“La idea es hacer un acuerdo ahora y que se vaya en junio. El tema es que, si los dirigentes no arman un plantel competitivo, no voy a dejarlo a que se arruine”, ahondó en Las voces del fútbol de radio El Espectador Deportes.
Problemas en los juzgados
“Que le vaya bien, si siempre quiso jugar en Nacional”, contestó cuando le preguntaron sobre el más que factible fichaje de Cristian Kike Olivera por el Tricolor.
“Todavía tengo contrato con él. Nunca fui a un juzgado contra un jugador, pero contra Kike sí, porque me faltó darle de comer en la boca y me robó la plata de mis hijos. Cuando me pague, se va a terminar todo; no solo a mí, sino que le debe plata a medio Uruguay: desde peluquerías de la mujer a arrendadoras”, reveló quien ahora no lo está representando.
Y añadió: “Se ha portado muy mal, lamentablemente. Evidentemente tiene una enfermedad, no le gusta pagar nada”. “Hoy me pasaron una cuenta, que tengo que pagar yo, de un amigo que lo fue a buscar a Estados Unidos, le pagó todo y no le pagó”.
“Intentamos hacerlo por las buenas, me dijo que sí, y después salió en la radio a decir que yo no había estado en sus malos momentos. Lo vendí tres veces, se quiso tirar de un edificio en España, le pusimos psicólogo”, expresó.
“Tenía que estar hacía un mes en Los Ángeles y no fue, lo llevamos a Gremio, le alquilamos la mejor casa y me dejó adentro, todavía no me la pagó. Le pagamos los pasajes a la mujer, llevamos a la suegra en camioneta a Brasil, no sé qué más quiere que hagamos”, ahondó.
“El padre y la madre son muy bien, no le inculcaron esos valores. No sé qué le pasó al Kike”, dijo, y cerró: “No ha madurado; no se puede hablar con él. Evidentemente tiene alguien atrás que lo está asesorando mal; es un pibe muy manipulable”.