Contenido creado por José Luis Calvete
Peñarol
La decena de finales

Las finales de América de Peñarol

Con esta final ante Santos, Peñarol es el equipo que más veces definió la Copa Libertadores con 10 jugadas, y podría pasar a ser el único que perdió cinco. Te invitamos a repasar las anteriores nueve finales carboneras, que fueron entre 1960 y 87.

22.06.2011 06:03

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2011-06-22T06:03:00-03:00
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Montevideo Portal

Sea cual sea el resultado de la final frente a Santos, a Peñarol hay un privilegio que hoy no le quita nadie. El carbonero es el club que más finales disputó, ya que con esta llega a la décima, superando por una a Boca Juniors.

Claro que los xeneizes tienen una más ganada y están segundos en el historial de Copas Libertadores obtenidas, con seis, detrás de Independiente que ganó las siete finales que jugó.

Por contrapartida, Peñarol es el equipo que más finales perdió hasta el momento junto a América de Cali, con la diferencia que los colombianos cayeron en las cuatro ocasiones que llegaron y nunca se alzaron con el título. Bastante más lejos, con tres ganadas y tres perdidas, figuran Nacional, Olimpia y San Pablo.

De sus 10 finales, el mirasol jugó cinco en la década del 60. La primera en 1960 ante Olimpia. Se impuso 1-0 en el Centenario con gol de Alberto Spencer, e igualó a uno en Asunción con tanto de Luis Cubilla a ocho minutos del final para ser el primer campeón de clubes campeones de América, dado que el nombre de Copa Libertadores recién se instauró en 1966.

En 1961 la víctima fue Palmeiras. Otra vez un 1-0 en la ida con gol de Spencer, en este caso en el minuto 89, les permitió a los dirigidos (nuevamente) por Roberto Escarone sostener el resultado en la vuelta, ya que igualaron 1-1 en Pacaembú con gol a los 5’ de José Sasía gracias a un remate que atravesó la red.

En 1962 le tocó perder al manya por primera vez una final, y por primera vez un partido de Copa ante un extranjero en el Centenario. Santos lo doblegó 2-1, ganó el elenco de Bela Guttman 3-2 en la revancha, y ya con Pelé (ausente en los dos primeros juegos) pronto para el tercer partido en Núñez, ganaron los norteños 3-0.

Tres años pasaron para que Peñarol volviera a la final. Fue en 1965 cuando perdió con Independiente, en el recordado episodio de “la tierrita de Sasía”. En la derrota 1-0 en Avellaneda, Sasía le tiró tierra en los ojos al arquero Santoro cuando estaba a punto de ejecutarse un córner. Lo hacía mil veces, pero justo en esa el árbitro peruano Yamasaki lo vio y decretó su expulsión.

Para la revancha en Montevideo ingresó el argentino Miguel Reznik en su lugar, y fue la figura en el 3-1 mirasol que se redondeó con goles de Néstor Gonçálvez, el propio Reznik y Pedro Rocha. La buena actuación del sustituto de Sasía hizo que Roque Máspoli repitiera el equipo que ganó en Montevideo de cara al partido desempate en Santiago.

Al carbonero no le fue bien. A la media hora perdía 3-0, Máspoli puso a Sasía por Reznik, y el Pepe se enojó. Su fastidio hizo que ese fuera su último encuentro en Peñarol, que terminó con derrota 4-1 y además un penal malogrado por Rocha.

Pero el fútbol da revancha y ya en 1966 en el mismo escenario de la capital chilena, cambió la pisada el carbonero. Tras ganarle a River Plate 2-0 en Montevideo y perder 3-2 en el Monumental de Núñez, Peñarol otra vez con Máspoli dio vuelta un 2-0 adverso para transformarlo en 2-2 en los últimos 25 minutos, y en 4-2 en el alargue.

Una victoria “a lo macho”, como definió en su relato el gran Carlos Solé, que tuvo goles de Spencer en dos oportunidades, Roberto Matosas en contra y Rocha.

La sexta final fue en 1970 ante Estudiantes de La Plata. Con un equipo totalmente menguado debido a la gran cantidad de futbolistas que se fueron para la selección en su preparación para el Mundial de México, otra vez Máspoli llegó a una final pero no pudo.

Un gol de Togneri a los 87’ lo dejó sin nada en La Plata, y en la revancha en Montevideo el score quedó en cero, con una posterior batalla campal dentro de la cancha entre los propios futbolistas.

Recién en 1982 volvió el mirasol a definir una Copa, para llevársela. Lo más duro había pasado en semifinales, dejando por el camino a River Plate y al campeón defensor Flamengo. Llegó Cobreloa y el 0-0 en el Centenario encendió la luz de alarma.

La revancha se moría también sin goles, pero a los 90’ apareció Fernando Morena y su clase para darle al aurinegro su cuarta corona continental dirigido por Hugo Bagnulo.

Al año siguiente no pudo retener el título a pesar de haber hecho sobrados méritos para lograrlo. En el Centenario empató 1-1 con Gremio con gol de Morena, y en la vuelta cayó 2-1 por un error entre Gustavo Fernández y Néstor Montelongo.

Iban ocho finales con saldo neutro, y había que desempatar. En 1987 el que se ponía enfrente era América de Cali, que ganó 2-0 en Colombia y cayó 2-1 en Montevideo de atrás, por el recordado cabezazo de Diego Aguirre en el primer palo para empatar y el exquisito tiro libre del Bomba Villar estableciendo el 2-1 definitivo a los 87’.

Otra vez era necesario un tercer partido, y otra vez en Santiago. Esta vez les alcanzaba a los cafeteros con un empate, porque a lo largo de la serie tuvieron un gol más anotado que el elenco del Maestro Tabárez. Y cuando todo se encaminaba a ese logro que tanto persiguió América, apareció La Fiera y en el último segundo le dio al manya su quinto título aquel 31 de octubre de 1987.

Hoy puede repetir Aguirre y meterse en la selecta lista de entrenadores que han sido campeones como jugadores y técnicos con el mismo club, sumándose a Roberto Ferreiro (Independiente) y Juan Martín Mujica (Nacional).

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