Pasaron 14 encuentros sin expulsiones para que en el 15.º llegara la primera, en el sexto día de competencia. El colombiano Carlos Sánchez, cuando faltaban escasos segundos para cumplirse el tercer minuto de juego, interceptó con un brazo un remate del japonés Shinji Kagawa que pedía red.

El árbitro esloveno Damir Skomina estuvo acertado en mostrarle la tarjeta al mediocampista central del Espanyol de Barcelona, lo que permitió al propio Kagawa capitalizar la pena máxima y poner en ventaja a Japón apenas entrando al quinto minuto de partido. Fue el noveno penal del campeonato y el séptimo convertido.

La roja de Sánchez es la segunda más rápida de la historia mundialista, al haberse concretado a los dos minutos y 59 segundos. La más rápida, y probablemente insuperable, sigue siendo la del uruguayo José Batista a los 51 segundos frente a Escocia por la tercera fecha del Mundial de México 1986, partido que los celestes empataron sin goles.