Pancartas como "somos hinchas, no clientes" se leyeron en el Signal-Iduna Park, la casa del equipo que promedia mayor concurrencia a sus partidos en todo el mundo. Con una media de 80.500 espectadores, el Dortmund suele llenar las canchas en la liga con mayor porcentaje de ocupación en los estadios.

Sin embargo, este lunes se jugó con "apenas" 54.300 espectadores. El sector más radical de la parcialidad convocó a los hinchas a boicotear el partido que terminó empatado 1-1 con el Augsburgo, a modo de protesta. En Alemania nunca se fijan encuentros los lunes en Primera División, y la innovación pegó duro.

El pasado lunes, la hinchada del Eintracht Frankfurt arrojó cientos de pelotas de tenis a la cancha. Hoy la respuesta de los fieles fanáticos aurinegros fue bajar en casi 26.000 personas la concurrencia.

No se descarta que también haya medidas de parte de los hinchas en el Werder Bremen-Colonia que está fijado para el lunes 12 de marzo.