Julio Ribas y el consejo que le agradeció Juan Cruz de los Santos: “¿Sos una aguaviva?”

Julio Ribas dialogó en extenso con el programa Convocados de El Espectador Deportes y, entre los muchos temas que tocó, desarrolló la importancia de la autoestima en el futbolista, que a su entender hoy convive con los cuestionamientos y una crítica feroz.

“Si querés llegar a hablar de los errores de un futbolista, primero tenés que hablar de sus virtudes, porque sus virtudes van directo a la autoestima. Es lo que vos sentís que tenés”, señaló, y explicó el caso de Juan Cruz de los Santos, a quien dirigió en River Plate hasta que fue transferido a Nacional.

“Me senté y le pregunté: ‘¿Qué virtudes tenés?’. Demoró como una hora. ‘Pero ¿qué sos? ¿Un ente? ¿Una aguaviva? ¿Vos no tenés ninguna virtud?’ Y me dijo: ‘Sí, soy bueno en velocidad’. Y enseguida agregó: ‘Pero soy malo definiendo’. ‘¡Pero escuchame una cosa! Sos bueno en velocidad, ¡dejate de hablar de que sos malo definiendo! Vamos a trabajar para que vos puedas definir bien’”, recordó.

Y agregó sobre su diálogo con De los Santos: “¿Vos te diste cuenta de lo solidario que sos? ¿No te diste cuenta de que el lateral vive gracias a vos porque lo ayudás en la sobreposición? ¿Vos te diste cuenta de que jugás de área a área, atacando y defendiendo constantemente durante 94 minutos?”.

“¿No te diste cuenta de que en todos los desarrollos de esos programas que existen hoy, los GPS, los kilómetros recorridos, los metros por minuto y los sprints, sos un capo? ¿Y tenés dos virtudes nada más? Claro, ¿cómo vas a triunfar si tenés dos virtudes? Triunfan los que primero reconocen fehacientemente sus virtudes, las defienden a muerte, y, después de que están consolidados en sus virtudes, van por sus errores”, señaló.

Ribas recordó otra charla con Juan Cruz de los Santos cuando el zurdo extremo de 22 años se despidió de River Plate. “Agradeció al cuerpo técnico y me dijo: ‘Gracias por dos cosas: la primera, por hacerme creer que todo lo que habíamos hecho no era tan malo. Y la segunda, porque me dijiste que me iban a vender el día que jugara de área a área’, que es lo que requiere el fútbol de hoy”, contó.

En ese sentido, explicó que le había dicho antes de su salida: “Vos te creés que tenés que jugar arriba para lucirte y hacer alguna jugada”. “Eso es la deformación que hay hoy en este tecnocapitalismo del fútbol, en el cual generalmente se forma al jugador para vender y no para triunfar. Por eso muchas veces los jugadores viajan y vuelven”.

“El tecnocapitalismo en el fútbol lo sintentizo en producir, producir, producir y vender, vender, vender. Cuando producís y vendés en gran cantidad, ya no te interesa si es bueno o no lo que vendés”, afirmó Ribas, quien cree que lo ideal es que el jugador de fútbol “se forme para triunfar y después tenga la posibilidad de irse y reciba mucho más dinero”.