Los hinchas del Milan tenían motivos para celebrar y sus jugadores también. Había pasado una semana de la obtención del título en Roma, que cortó una racha de cinco años consecutivos del Inter, y había que celebrarlo en Milán. Ante su gente, con el partido ante Cagliari como excusa, los rojinegros dieron rienda suelta a la alegría.

Uno de los que animó la fiesta fue Kevin Prince Boateng, el volante de la selección ghanesa que contribuyó a la conquista del Scudetto con tres goles y mucha entrega en el mediocampo. El príncipe de Ghana, como se lo apoda, quiso dar el salto en su título nobiliario y ser rey. Pero no de fútbol.

Se enfundó en una pilcha similar a la de Michael Jackson, el rey del pop, y se subió a un escenario especialmente montado para él, mostrando buenas aptitudes con algunos pasos al ritmo de Billie Jean, aunque en otros no pudo ocultar que como bailarín es un buen futbolista.