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Fútbol Internacional
Mejor imposible

Joaquín Vergés, el uruguayo que llegó en silencio a Ecuador y fue MVP en su primer torneo

“Fue inesperado. Tuve el mejor semestre de mi carrera”, contó el volante pichonero del Gualaceo, el equipo revelación de la Liga Pro.

07.06.2022 13:11

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2022-06-07T13:11:00-03:00
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Por José Luis Calvete

Joaquín Vergés es pichonero como Diego Godín, también partió desde su Rosario natal a las formativas de Defensor Sporting y, al igual que el capitán de la selección uruguaya, no llegó a debutar en el primer equipo violeta. Tras algunas idas y vueltas en su carrera, hoy cuenta orgulloso que viene de jugar el mejor semestre de su trayectoria, lo que le valió ser elegido como mejor jugador de la Primera Fase (equivalente al Torneo Apertura uruguayo) de la Liga Pro de Ecuador.

El buen mediocampista de 30 años aprovechó el receso que se toma el principal campeonato ecuatoriano para pasar unos días con su pareja en Salinas, donde celebró el cumpleaños la semana pasada antes de volver a los entrenamientos con el Gualaceo. En medio de esas cortas pero necesarias vacaciones dialogó con FútbolUy sobre su pasado, presente y futuro.

El camino desde las formativas violetas

Recordó haber llegado a los 16 años a Defensor Sporting, donde Fernando Curutchet era su entrenador y Juan Ahuntchaín el coordinador general. “Estuve hasta los 19 o 20 años, pero jugaba en tercera y no tenía contrato. Se venían los Laxalt, los Rolan y los De Arrascaeta”, contó, por lo que habló con Ahuntchaín para saber cuáles eran sus chances. Viendo que no tendría oportunidades, se la jugó por ir a jugar a Tacuarembó, donde permaneció dos años y medio y ascendió.

“Subimos y después de seis meses en Primera me fue a buscar Alfredo Arias para llevarme a Wanderers, donde estuve tres años. Después pasé por Rentistas, volví a Tacuarembó, jugué dos años y medio en Águila de El Salvador y por la pandemia volvió a Tacuarembó. Pasé cinco meses en Jicaral de Costa Rica, fui al Atlético Marte de El Salvador (mediados de 2021) y en enero llegué al Gualaceo”, narró.

“Venía de jugar en El Salvador y era un desafío personal estar a la altura porque sabía que debía encontrarme bien de todos lados, física y mentalmente, porque la Liga Pro es muy física y si no estás bien sufrís los partidos. En la liga de acá hay un buen mercado interno y están muy bien la logística y las canchas. Fue un combo de desafíos personales que me planteé y por suerte los pude superar”, valoró.

El salto de nivel y la adaptación a una liga distinta

“El Salvador está un par de escalones abajo en nivel. Técnicamente son dotados pero tácticamente no tienen una preparación juvenil y se saltean muchos pasos. Los ecuatorianos son aviones físicamente y a los extranjeros los traen para pensar. Traen mucha gente en el mediocampo y me tenía que poner bien para creer en mi capacidad y ver si estaba a la altura. Me adapté bien y la altura me ayudó porque le encontré rápido la pegada a la pelota para sacarle provecho”, dijo.

Los hechos le dan la razón a sus dichos. Siendo mediocampista marcó nueve goles en 15 partidos defendiendo a un joven equipo que tiene 22 años de vida y por primera vez compite en la máxima categoría del fútbol ecuatoriano. “Es un equipo que se encontró con un ascenso y está en pleno crecimiento. Los dirigentes son los hinchas que fundaron el club, y para ellos es todo nuevo”, reveló.

“Perdimos los primeros tres partidos y después empezaron los buenos resultados. Ganarle a Emelec en Azogues la primera vez que se jugaba en Primera División fue histórico, y también ganarle a Barcelona 1-0 en Guayaquil, donde estaba invicto y sin goles en contra como local”, recuerda quien fuera el autor del gol para ese triunfo en el estadio Monumental Banco Pichincha.

“Estamos luchando por permanecer en la Liga Pro. Tenemos 20 puntos y sabemos que el año pasado con 30 se salvaron. No podemos confiarnos pero vamos por buen camino”, dijo, y destacó que en esa Liga hay “una gran infraestructura” comparada con el fútbol uruguayo. “Se crea un lindo ambiente con estadios de primer nivel porque al haber cuatro equipos grandes, casi cinco, fin de semana por medio estás jugando contra un grande. Eso te da otra motivación”, señaló.

De puntero con Arias a volante interior, pasando por doble cinco

Surgió como un enganche en Tacuarembó y fue cambiando de posición. De mitad de cancha hacia adelante sólo le faltó jugar de nueve. “Cuando ascendimos pasé a ser volante por izquierda en un 4-4-2 a pierna cambiada. Alfredo Arias me llevó a Wanderers y me hacía jugar de puntero, por derecha o por izquierda, en un 4-3-3. En Costa Rica fui doble-cinco, en El Salvador jugué de enganche atrás del nueve y ahora en Ecuador como interior en una formación con tres volantes”, contó.

Desde ese lugar de la cancha se las ingenió para ser el máximo goleador de su equipo, lo que le valió la distinción de MVP del torneo. “Me habían dicho que estaba nominado pero fue una sorpresa total. Es una locura el campeonato que he tenido. Con un equipo que no es de los grandes hice nueve goles y recién en la última fecha me pasó un centrodelantero que hizo tres. Terminé segundo en la tabla de goleadores y quedé en el equipo ideal”, relató.

“Es un combo de cosas que no imaginaba. Yo estaba contento con mi rendimientos, pero estos reconocimientos han superado mis expectativas. He jugado por lejos el mejor semestre de mi carrera y estoy feliz acá”, dijo, convencido de quedarse en Ecuador para el segundo semestre, aunque sin saber aún en qué equipo.

“Oscar Garcilazo es mi agente y está por Ecuador. Tengo contrato hasta el 31 de octubre pero hay una cláusula de salida. Esperemos a ver si hay una oferta real por mí. Uno en lo personal quiere crecer. Estoy agradecido con el club. Esperemos si llega una oferta real o no, y sino seguiré hasta el 31 de octubre en Gualaceo”, concluyó Vergés, quien no recibió llamados desde el fútbol uruguayo.

Por José Luis Calvete