Javier Méndez y Brayan Cortés destacaron en zona mixta el triunfo de Peñarol ante Defensor Sporting 2-1 de atrás en el Campeón del Siglo, con el que los aurinegros se consagraron campeón del torneo Clausura.

“Fuimos superiores. Estamos muy bien físicamente y desgastamos al rival”, dijo Méndez, y expresó: “Valoro la tranquilidad del equipo: sabíamos que iba a llegar ese gol del empate y luego íbamos a conseguir el segundo gol. Sabíamos que, empujando y yendo para adelante, lo íbamos a ganar”.

Estamos convencidos de lo que podemos dar. Tarde o temprano, íbamos a lograr el objetivo. Dimos el máximo, pese a no encontrar un buen juego por momentos”, manifestó el zaguero con relación a la obtención del Clausura.

Sobre el tempranero gol violeta, comentó: “Estaba tranquilo porque miré el reloj y vi que iba un minuto. Les dije a mis compañeros que había que pensar, tener tranquilidad y no desesperarse”.

En cuanto a la Anual, Méndez dijo: “Se puede soñar. Sabemos que no depende de nosotros. Nuestra energía tenía que ser para el Clausura, y la depositamos toda. Ahora trataremos de cerrar el torneo, ganarlo y prepararnos para el torneo que nos toque”

La palabra del arquero: “Queda lo más importante”

Brayan Cortés, por su parte, mencionó: “Fue una semana maravillosa, muy linda y redonda. Son mis primeros títulos en el extranjero, pero, como decíamos en la interna, queda lo más importante; se vienen finales y hay que estar a la altura”.

Sobre la presión de ser el arquero de Peñarol, contó: “Es difícil porque es un equipo grande. Sé lo que es la responsabilidad y me la tomo como tal”.

Yo soy muy autocrítico. Me han tocado partidos muy buenos, y también otros con muchos errores, como el de Cerro”, dijo el arquero chileno, y agregó: “Ese partido me marcó mucho, pero dimos vuelta la página y el equipo está fuerte”.

Logramos un objetivo, pero queda otro. Es un grupo muy fuerte, humilde, unido y humano; eso marca mucha diferencia, y lo hemos demostrado. Empezamos perdiendo, pero tuvimos tranquilidad y lo dimos vuelta”, concluyó el golero.