Inter de Milán no brilló pero ganó en su visita a Torino, en el cotejo que sirvió para cerrar la tercera fecha de la Serie A del fútbol italiano. Lejos del rendimiento que los hinchas esperan, al menos el conjunto neroazzurro sumó de a tres, recuperándose del traspié sufrido en la última jornada, cuando cayó en su casa 3-1 a manos de la Roma.

A los 13’, un error del fondo locatario fue aprovechado por Diego Milito. El esférico quedó suelto en el borde del área, tras intentos de despejes defectuosos y un último rechazo muy malo de Alessandro Gazzi, y el argentino castigó con un latigazo potente e imposible de atajar para el meta belga Jean Francois Gillet.

Luego, Inter tuvo más la pelota, pero le costó generar peligro. De hecho, hubo más situaciones de gol a favor de los locatarios, que tuvieron la más clara cuando el meta visitante Samir Handanovic le ahogó el grito a quemarropa al ariete Rolando Bianchi.

Cuando aguantaba el 1-0 como podía el Inter, anotó el segundo a los 83’ en una jugada que tuvo como protagonistas a dos jugadores que entraron en el segundo tiempo. El argentino ex Vélez Sarsfield Ricardo Álvarez, sustituto del brasileño Jonathan tras el descanso, puso un centro bajo que en el punto penal dejó pasar Milito abriendo las piernas para la definición entrando por atrás de Antonio Cassano. El Bambino sustituyó a Sneijder a los 66’.

En el vencedor, que suma seis puntos y se ubica a tres de los líderes, jugó como volante por izquierda los 90 minutos el uruguayo Álvaro Pereira, e ingresó a los 81’ el sanducero Walter Gargano en lugar del colombiano Fredy Guarín. En el equipo locatario, que perdió por primera vez desde su retorno a Primera División, estuvo en el banco de suplentes pero no ingresó Guillermo Rodríguez.

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