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Fútbol Internacional
Los caminos de la vida #8

Ismael García, el uruguayo al que un trébol de cuatro hojas llevó a un fútbol exótico

“Si se te abre la puerta, hay que aprovechar. Es empezar a escribir tu nombre por allá y tener nuevos contactos”, dijo sobre irse a Estonia.

08.03.2025 09:05

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2025-03-08T09:05:00-03:00
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Por Gonzalo de León

Estonia es un país con poca población: supera por poco los 1.300.000 habitantes. De esa cantidad, unos 200.000 son extranjeros, que provienen principalmente de países vecinos que están en conflicto, como Rusia, Ucrania o Bielorrusia. Sin embargo, allí a donde vaya usted, va a encontrar a un uruguayo.

Ese charrúa en Estonia es la historia del día de hoy. Ismael García se fue a mediados de 2024 a este país, extraño para nosotros. Y si bien ya no reside allí porque no continúa jugando en el club que le abrió las puertas en Europa, guarda un gran recuerdo y no descarta regresar.

García es un futbolista uruguayo nacido hace 23 años en Montevideo, criado en el Paso de la Arena. Las primeras patadas a una pelota en una cancha las dio en Racing, club que quedaba muy cerca de su casa. Pero fue en 2010 cuando su vida cambió por completo.

Ese año llegó a Wanderers para jugar en AUFI, y a partir de ahí nació una historia de amor con el Bohemio. Pasó por todas las divisiones juveniles del club hasta que debutó profesionalmente el 20 de mayo de 2022, nada más y nada menos que en Copa Sudamericana ante Lanús en Argentina.

Ese debut “soñado”, según describió a FútbolUy, se dio un mes después de haber firmado su primer contrato profesional. Sobre ese momento, recordó que estampó la firma un jueves y al lunes siguiente ya estaba arriba de un avión para jugar en Ecuador por Copa.

“Se me dio muy rápido porque ese año había subido a hacer la pretemporada y me lesioné en un amistoso. Daniel Carreño me dio la confianza de que me iba a quedar en Primera; se me había venido el mundo abajo. Me recuperé, volví a los entrenamientos y firmé contrato”, contó.

Sin embargo, ese año jugó “poco” porque “era el quinto zaguero”. “Después del debut dije ‘no me saca nadie’, pero a veces en el fútbol las cosas se dan distinto a como uno imagina”, añadió quien luego vio “bastante” acción con Sergio Chapita Blanco y Alejandro Cappuccio, y solo “algunos minutos” con Antonio Pacheco.

Un antes y un después

A mediados de 2024, vencía su contrato con Wanderers y “estaba viendo si renovaba o seguía por otro camino”. “Era una decisión difícil porque llevaba 14 años en Wanderers, pero estaba en una edad en la que quería jugar. El Tony me había dicho que quería que renovara, pero sabía que iba a tener pocos minutos”, indicó.

En ese momento, entrando a la última semana para poder contestar, lo llamó Nelson Ferro, su representante y “un gran amigo”. “Me dijo que apareció esta oportunidad [ir a jugar a Estonia] y que para él teníamos que aprovecharla porque era dar el salto a Europa”, apuntó.

Foto: Prensa Wanderers

Foto: Prensa Wanderers

“No es de las ligas grandes, pero es entrar en ese mercado, con lo difícil que es”, señaló sobre la oferta del Nomme United, club que estaba luchando por mantener la categoría en la Premium Liiga, la Primera División estonia.

Recordó que Ferro lo llamó un sábado y que entre lunes y martes tenía que viajar. “Había ido al campo de Lea Otormín, con quien hice una gran relación. Estaba caminando, miré para el piso y vi un trébol de cuatro hojas. Dije ‘fah, ¿será una señal?’. Lo agarré y a los 10 minutos me llamó Nelson con esa noticia”, reveló.

“Mi primera reacción fue contarle a mi novia y a Lea, que estaban ahí en ese momento. No caía, me costó unos días. Al primero que llamé fue a mi viejo”, expresó, y agregó: “No lo dudamos mucho y le dimos para adelante”.

Una vida nueva

Llegó a Estonia en agosto y describió que es un país donde hace “un frío bárbaro”, pero aseguró que se encontró con un club “muy parecido a Wanderers”, que tiene “una infraestructura hermosa, con todas las comodidades”, y destacó los vestuarios y las canchas.

Si bien no lograron el objetivo de mantenerse en la máxima categoría, su paso de seis meses por allí “fue muy positivo”, y explicó por qué: “Encontré lo que fui a buscar: jugar. Cuando llegué, a los tres días había partido y me preguntaron si estaba para jugar; desde ese día no dejé de jugar”.

“Las sensaciones que me quedaron son lindas, fue una experiencia hermosa. Fue arriesgarse porque era salir de la zona de confort. Me quedó un poco la espina de que iba por un semestre. La volvería a elegir”, indicó.

Con respecto al nivel de la liga estonia, aseveró que es “bastante parecida en cuanto a juego” al Campeonato Uruguayo, porque “había equipos aguerridos, pero le sumaban todo lo europeo: lo técnico-táctico; algunos jugaban a uno o dos toques”. “En lo futbolístico, no me costó adaptarme”, ahondó.

“Son muy profesionales. Está todo pactado desde un principio, se da todo como está”, reveló, y habló de la economía con respecto a Uruguay: “Hacés un poco de diferencia. No te vas a salvar para el resto de tu vida, pero das un salto”.

Ismael García jugando en Nomme United de Estonia. Foto: Instagram @ismaagarcia01

Ismael García jugando en Nomme United de Estonia. Foto: Instagram @ismaagarcia01

Adaptarse al país “fue lo más difícil porque es totalmente diferente”. “Me llevó unos dos meses. El clima es frío, la gente se contagia del clima. Son cero demostrativos, nada que ver a nosotros; nadie te mira ni te saluda”, siguió. Con respecto a eso último, se refirió a sus compañeros: “Yo llegaba y les quería dar un abrazo o un saludo y ellos solo con la mano o algunos ni saludaban y se iban derecho a su asiento”.

“Tienen su lengua, que es imposible de entender porque es cruzada con Rusia. La segunda lengua que más hablaban era inglés y tenía compañeros que hablaban español; el ayudante técnico era ecuatoriano”, contó sobre cómo se adaptó.

¿Volvería?

García contó que “un compañero de Wanderers tuvo la posibilidad” de ir a jugar a Estonia y le dijo “que vaya con los ojos cerrados”.

“Si se te abre esa puerta, hay que aprovechar. Es empezar a escribir tu nombre por allá, hacerte conocido y tener nuevos contactos. Es de las ligas bajas” de Europa, “pero va en ascenso” porque “hay clubes que están trabajando muy bien”, explicó.

“Están tratando de llevar gente sudamericana porque ellos no viven tanto el fútbol, no son tan apasionados, y quieren sumarle la garra; ellos pueden perder 4-0 y se olvidan cuando llegan al vestuario, quieren contagiar ese lado”, comentó.

Y cerró hablando de su futuro, ya que en este momento se encuentra sin club tras no renovar con el Nomme United por el descenso: “Estoy esperando. Nuestra idea es volver a salir al exterior, pero si aparece alguna posibilidad de acá, la analizaremos”.

Por Gonzalo de León