Kevin De Bruyne, en su primer partido oficial con Napoli, marcó un gol de tiro libre que, junto al inicial de Scott McTominay, sentenció al Sassuolo (0-2) y lanzó un mensaje de poderío del vigente campeón.
Napoli, que tuvo de titular a Mathías Olivera, empezó la presente temporada igual que terminó la pasada: ganando. Se impuso ante el campeón de la pasada Serie B, que tuvo en el banco de suplentes de Agustín Canario Álvarez Martínez, quien regresó tras cesión en Elche.
El equipo de Antonio Conte marcó territorio con un inicio fulgurante que desembocó en el gol de McTominay. El escocés se elevó en el corazón del área para rematar el centro medido de Matteo Politano a los 17 minutos.
El mediocampista con pasado en Manchester United tuvo más tarde un disparo desde la frontal que detuvo Stefano Turati, y otro zapatazo que se estrelló con el travesaño.
Napoli tuvo que esperar al segundo tiempo para sentenciar un partido que bien pudo complicarse. El palo de Politano evitó el segundo y el Sassuolo empezó a creer: Domenico Berardi rozó el empate con un zurdazo cruzado.
Pero justo en ese momento, cuando el Sassuolo empezó a confiar, apareció Kevin de Bruyne. El belga ejecutó un tiro libre a los 57’ desde el costado que, envenenada la pelota, acabó entrando en el arco de Turati, que esperaba un remate que nunca llegó.
Tenía la primera victoria en la mano el Napoli y la expulsión de Ismael Koné en el minuto 79 le facilitó aún más el trabajo. Los campeones empezaron la defensa del título con autoridad.