Liverpool se aprovechó de un devaluado equipo de Manchester United, séptimo y a 18 puntos del líder de la Premier League, y logró una victoria fundamental en su aspiración por seguir peleando el título. Además, lo hizo en Old Trafford y en su mejor momento del año. De hecho, el conjunto rojo de Anfield llegó a cinco triunfos al hilo por primera vez en esta temporada y se ubica segundo en la tabla con 62 puntos, a cuatro del Chelsea y con dos de ventaja sobre el Manchester City, que tiene dos compromisos pendientes.

Los dirigidos por Brendan Rodgers dominaron el trámite desde el arranque y a los pocos minutos ya merecían ir ganando. Sturridge malogró la primera ocasión clara a los 2’, cuando un derechazo suyo pasó cerca del vertical, y a los 4’ hubo un penal de Fellaini sobre Luis Suárez que omitió el árbitro, quien sí vio el que le permitió a Gerrard abrir el score a los 34’. Suárez recibió un pase en el área, buscó escapar del lateral Rafael y éste tocó el balón con la mano, lo que derivó en la sanción de la pena máxima y luego en la brillante ejecución del capitán del Liverpool.

El equipo visitante se sentía cada vez más local en Old Trafford y casi no pasaba zozobras. Lo único para el dueño de casa en todo el primer tiempo fue un desborde de Rafael por derecha que definió Rooney en el borde del área con un derechazo de primera que exigió a Mignolet. Demasiado poco para un equipo que llegaba entonado a este partido con dos victorias consecutivas que le hacían pensar en remontar una temporada que viene siendo nefasta y que lo tiene séptimo a cinco puntos de la zona de clasificación a las copas europeas.

El Liverpool siguió controlando y asestó el golpe de gracia al inicio del segundo tiempo, cuando el zaguero del Manchester United Phil Jones derribó tontamente en su área al volante Joe Allen cuando apenas se llevaban disputados unos segundos. Otra vez Gerrard se paró frente al español De Gea y convirtió eligiendo el mismo palo, aunque en este caso con un disparo rasante. En el primero abrió el pie y su disparo fue al palo izquierdo del guardameta a media altura, y en el segundo más abajo.

Los diablos rojos nunca reaccionaron y pese a los cambios de su entrenador no pudieron modificar en lo más mínimo el resultado ni el trámite. De hecho, con el correr de los minutos se fue sintiendo cada vez más cómodo el Liverpool, que controló el balón y supo manejar la ansiedad de un oponente que corría tras la pelota cual si estuviera jugando un monito. En ese contexto, Suárez se tornó todavía más peligroso jugando de contragolpe y generando varias faltas, producto de sus amagues y pisadas.

Sin la rebeldía que se espera de un grande como el Manchester United, el partido se fue consumiendo mansamente con un triunfo más que merecido del elenco visitante, que estuvo a punto de lograr el 3-0 a los 78’, cuando Gerrard tuvo otro penal tras una falta mal pitada de Vidic sobre Sturridge y reventó la base del caño, o poco después, en una situación en que De Gea salvó un remate de Suárez que por la jopeada previa ante su defensor merecía terminar en la red.

Con el conjunto anfitrión jugado al ataque y muy mal parado atrás, más aun a partir de la expulsión de Vidic por la inexistente falta que generó el tercer penal del partido, el goleador histórico de la selección uruguaya tuvo su revancha a los 84’. Quien es el máximo anotador en esta Premier League con 25 conquistas recibió una gran habilitación de Sturridge en el área, se acomodó para la zurda al quedar solo frente a De Gea y definió a la red.

Tras cinco años sin ganar en Old Trafford, el Liverpool logró un 3-0 que hasta fue generoso y le sacó 14 puntos de ventaja a su rival de turno y nueve al Tottenham Hotspur, que es el que está más cerca de robarle la posibilidad de meterse en la próxima Champions League. Mientras tanto, se aferra a esa posibilidad más que factible y sueña con la de pelear por el título.

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