Uno de los derbis de la ciudad de Londres cobró vital importancia este lunes, cuando Tottenham Hotspur visitó al Chelsea en Stamford Bridge. Se sabía de antemano que cualquier resultado que no fuera una victoria de los Spurs le daba el título al Leicester City, y los locales le dieron esa alegría a Claudio Ranieri y los suyos, que celebraron frente a un televisor.
Los Spurs ganaban 2-0 al cabo del primer tiempo, pero la ventaja se esfumó en la etapa complementaria y terminaron empatando, por lo que a dos fechas del final de la Premier League quedaron a siete puntos del sorprendente campeón.
El conjunto de Mauricio Pochettino se adelantó a los 35’ por obra de su goleador, Harry Kane, quien eludió al arquero Begovic tras una notable habilitación en profundidad del argentino Erik Lamela. Nueve minutos después aumentó el coreano Heung-Min Son, quien capitalizó una asistencia del danés Eriksen y definió cruzado a la red.
Mantenía sus ilusiones el Tottenham, pero llegó la remontada del elenco del holandés Guus Hiddink, que ya no pelea por nada. El zaguero Gary Cahill descontó a los 58’ tras un rebote en el área a la salida de un tiro de esquina, y el belga Eden Hazard selló el 2-2 a los 83’ con una notable definición.
Leicester City, que hace un par de años jugaba en la segunda categoría del fútbol inglés y que nunca había pasado de un sexto puesto en la Premier League, se coronó campeón por primera vez en su historia una temporada después de haber evitado el descenso a una fecha del final.
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