Este lunes, Aguada venció 84-75 a Nacional y puso el 1-1 en las finales de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB) 2024/25. Pero una de las cosas más destacadas fue el cruce que tuvo el aguatero Donald Sims con dos hinchas tricolores, con los que intercambió empujones.

Faltando poco menos de siete minutos para el final del partido, con Aguada ganando 67-55, el norteamericano se salió de la cancha tras una jugada en la que perdió el equilibrio y terminó muy cerca de un parcial albo, que se lo sacó de encima.

El foráneo rojiverde respondió empujándolo y, en ese momento, intervino otro hincha de Nacional, quien se paró rápidamente de su asiento y fue directo a increpar a Sims. Tuvieron que ser separados por otros jugadores.

El protagonista de esa incidencia fue Daniel, un hincha tricolor que este martes contó todo lo sucedido: “El tema es que con el que tuvo problema Sims, que estuvo a los empujones, era mi hijo, el que estaba con la camiseta roja, era mi gurí, que tiene 20 años, mide 1,80 y no necesita que papá lo defienda, pero se dieron una conjunción de cosas y me enceguecí mal”.

“Sims viene pasado en la carrera, lo entiendo, pero ya venía diciendo cosas, como vociferando hacia donde estábamos nosotros entre inglés y en un español medio atravesado. Eso molestó. Mi hijo no lo empuja, se lo saca de encima. Tenía dos opciones: o hacía eso, o lo abrazaba y le daba un beso. Creo que lo segundo no daba para que pasara”, contó.

Y añadió: “Entonces él lo empuja y él se va. Y ahí es cuando yo reacciono. Y en ese momento es como que estás en transe, no te das cuenta de lo que estás haciendo. No soy un hincha termo, pero en ese momento se conjugaron muchas cosas: que era mi hijo, la antipatía que yo le tengo a Aguada y el resultado que no se daba”.

“Es más te digo, yo me doy cuenta de que es el Pato Prieto el que me para, en los videos. Porque después que pasó eso, agarré el celular y tenía 150 mensajes de gente que me decía ‘sos mi héroe’, ‘tendrías que haber seguido y haberle pegado así no jugaba la otra final’”, agregó en diálogo con La mesa de los galanes que se emite por Del Sol FM.

“Yo como que me levanté en slow motion. No es que la cámara estuviera lenta, es que yo camino así. Si llego a Sims, él ya estaba en la casa, se había bañado y estaba mirando la novela turca. La idea mía era quizás un empujón, un golpe, algo obvio porque estaba enceguecido. Cuando ponen el logo de la LUB [en el video], ya se había ido Sims. Los que vienen después son Jamil Wilson y [Frank] Hassell, con caras de locos y diciendo no sé qué”, relató.

“Ahí les propuse un insulto a los dos y no me di cuenta, pero dos personas me levantaron en el aire y me sentaron. Después me di cuenta de que uno de los que me agarró fue mi hijo. Imaginate el momento que estaba viviendo que no me daba cuenta absolutamente de nada”, ahondó.

“Me mato de la risa”, afirmó sobre lo que le produce ver el video, y siguió: “Tengo 52 años, este tipo de reacciones me pasaban cuando tenía 20, que me peleaba con un árbol igual. Ibas con tu novia de la mano, te la miraban y les decías ‘¿qué te pasa?’. Nunca me imaginé que iba a tener una reacción de este tipo a los 52. Ahora lo tomo como gracia, pero lo miro y miro, y pienso como quedé medio en ridículo”.

“Es una reacción de una reacción. Mi hijo se lo saca de encima, sin improperios. El improperio viene después de que Sims lo empuja. Si vamos al hecho reglamentario, debieron cobrarle técnico, pero eso no pasó”, manifestó con respecto a la decisión de los árbitros.

Luego de lo sucedido, “vino el [Luis] Gallo López [presidente de la comisión de básquetbol de Nacional] y me dijo ‘andate para allá atrás’”. “Me fui y me puse a hablar con una gurisa del Antel Arena, que está acostumbrada a otros eventos, pero no es que me la haya chamuyado. Después apareció Lucas [su hijo] que me dijo: ‘A mí me echaron’”, concluyó.

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