Henry Giménez y su momento en Bologna

“Me gustó mucho que Bologna haya homenajeado a Uruguay poniéndole el color celeste a su tercera camiseta. Para mí y los otros uruguayos es un honor, pero el hecho es que trato de dar el máximo independientemente del color de la camiseta que esté usando, sea celeste, blanca o roja y azul”, arrancó afirmando Henry Giménez en la entrevista que le realizaron los hinchas de Bologna a través de su web oficial.

El delantero destacó que “siempre he encontrado un grupo positivo aquí. El secreto del Bologna es justamente la fuerza de su grupo, que es lo que mueve todo”, y cree que pueden repetir actuaciones como la del pasado domingo ante Milan. Para ello, “tenemos que salir al campo de juego con la certeza de que estamos jugando una final, sin importarnos que el rival esté en la parte alta o en la baja de la tabla”.

A la hora de marcar objetivos, no se ruboriza al sostener que “nuestra meta es alcanzar una permanencia tranquila, algo que es duro porque hay que luchar mucho en cada partido. En los recientes compromisos hemos demostrado que podemos jugar con cualquiera. Cada semana trabajamos duro y sobre todo los últimos resultados nos están dando más convicción y confianza en nosotros mismos”.

El uruguayo que dice estar “adaptado a la perfección a Italia”, más allá de “extrañar a mi familia, sobre todo a mis padres y a mis cinco hermanos”, dijo que la lasagna se convirtió en su plato favorito y destacó que “Bologna es una ciudad tranquila y la gente educada. Me sentí muy cómodo desde el primer momento”.

Por último, también se refirió a la llegada de Stéfano Pioli, entrenador que asumió en la séptima fecha tras la salida de Pierpaolo Bisoli. “Es un técnico muy preparado que puede comunicarse bien con el plantel. Vino con conceptos claros y simples. Es una persona dispuesta a escuchar nuestras necesidades, abierta a la confrontación, muy equilibrada y que sabe lo que quiere del equipo y de cada uno. Nos ayudó sobre todo desde el punto de vista mental. Físicamente estábamos bien, pero nos faltaba creer un poco más en nosotros mismos”, concluyó.