Guillermo Almada fue presentado este martes como nuevo entrenador del Real Valladolid de España y tiene claro que el ascenso es su principal reto, aunque sólo lo manifestó en una única ocasión a lo largo de su presentación: “Es nuestro objetivo”, subrayó, sin obviar la dificultad de ese desafío.
El ascenso “es nuestro objetivo y estoy convencido de que vamos a revertir la situación vivida la temporada anterior”, afirmó un Almada que llega a Valladolid desde el Pachuca mexicano para afrontar su primera experiencia en el fútbol europeo, tras desechar varias ofertas en Sudamérica (México), Europa y Estados Unidos (MLS).
“Hubiera resultado más fácil tomar otro rumbo, pero me gustan los desafíos deportivos”, apuntó el técnico, que llega a España después de renunciar a disputar con Pachuca el Mundial de Clubes que se celebra en Estados Unidos, y que está al tanto del fútbol español porque los entrenadores “vivimos en un mundo globalizado”, dijo.
La disciplina “desde el convencimiento” y el trabajo constante, añadió, son los dos pilares para lograr “un equipo protagonista, identificado con lo que hace y agresivo en la recuperación del balón”, rasgos que imprimió en todos los equipos en los que estuvo.
Almada, de 56 años, se declaró “optimista por naturaleza”, conoce la Segunda División “porque tenemos que estar al tanto de todo: es nuestra tarea” y también por el Real Oviedo, ascendido a Primera, cuya propiedad societaria es la misma que la del Real Valladolid.
No obstante, es consciente de que el fútbol, “es un camino de espinas” y que todos los equipos “tienen sus buenos y malos momentos, incluidos Real Madrid y Barcelona, pero lo que no podemos hacer es entregarnos” sin disposición e identificación.
De ahí, insistió, el hecho de que la valentía sea para él “un aspecto fundamental”, también dentro del terreno de juego: “Hay que tomar riesgos sobre todo en una categoría tan peleada y pareja”, apuntó.
“Asiduo espectador del fútbol español” según sus palabras, es consciente de que llega a “un club tan histórico” en horas bajas que quiere revertir “desde dentro hacia afuera”, también para tratar de reconectar a los hinchas, después de una campaña lamentable.
Otro de los mensajes que dejó Almada, cuarto entrenador uruguayo en los casi 100 años de historia del Real Valladolid, es su deseo de trabajar con un plantel no muy largo en su parte principal, pero al menos con seis jugadores de cantera para moldearlos, medir su evolución y prepararlos “para que puedan responder”.
Almada firmó por un año, hasta junio de 2026, pero con posibilidades de continuidad en caso de acuerdo entre las partes y en función del rendimiento del equipo.
Su carrera como entrenador comenzó en 2009 en Tacuarembó y luego dirigió a River Plate (2011-2015), Barcelona de Guayaquil (2015-2019), y Santos Laguna (2019-2021) y Pachuca (2021-2025) de México.
Ganó una Concachampions con Pachuca, un Apertura con el mismo equipo y una liga ecuatoriana con Barcelona.