El Estadio Centenario mostró su mejor cara en cuestión de una semana para las finales que se robaron las miradas de todo un continente. El sábado 20 fue en la victoria de Athletico Paranaense sobre Bragantino por la Sudamericana y siete días después en el triunfo de Palmeiras ante Flamengo en alargue.

Más allá de la renovación de butacas, vestuarios y zona de prensa, entre otras instalaciones, lo que más llamó la atención de los futbolistas fue el césped, que históricamente lució en mal estado y ahora está entre los mejores del continente.

“Tiene otra cara. Adentro dio para disfrutar. La pelota rodaba y esperemos que pueda quedar así para el resto de los partidos”, dijo en zona mixta Giorgian de Arrascaeta, a quien le tocó sufrir el mal estado del campo en varios partidos de la selección uruguaya.

Deyverson, el delantero del Palmeiras que selló el triunfo del Verdao en el alargue, destacó que el Centenario es “un estadio muy bonito” y mandó saludos a sus amigos uruguayos; Mauro Arambarri, con quien fue compañero en el Getafe, y su actual compañero Joaquín Piquerez.