La ausencia de Lewis Hamilton en un podio de cualquier carrera de la Fórmula Uno ya es una novedad en sí misma. Si a eso se suma que no aparece tampoco Valtteri Bottas, el otro piloto de Mercedes, y tampoco el Red Bull de Max Verstappen ni ninguno de los Ferrari, se está ante un batacazo.

Ese fue el caso del Gran Premio de Monza el pasado domingo. Un increíble error de Mercedes le impidió ganar a Hamilton, que llegó séptimo, y abrió el juego para un podio impensado. Ganó Pierre Gasly (Alphatauri Honda) y le siguieron Carlos Sainz (McLaren Renault) ymLance Stroll (Racing Point BWT).

Por primera vez desde 2012 no hubo un representante de Mercedes, Ferrari o Red Bull entre los tres mejores pilotos de un gran premio, lo que encendió las alarmas en las casas de apuestas. La finlandsa Veikkaus puede dar fe de ello, ya que tuvo que pagar 33.410 euros a un apostador que acertó el inesperado podio en el circuito italiano.

El afortunado apostador destinó 20 centésimos de euro a esa posibilidad, que otorgaba un dividendo de 166.900. Fue la cuota de acierto más alta en la última década.