Flamengo le ganó al Bragantino 2-1 a domicilio este miércoles por la fecha 16 del Brasileirão y quedó segundo a un punto del Cruzeiro con un partido menos jugado. Tras el encuentro, los medios fueron en busca de testimonios de jugadores e integrantes del cuerpo técnico, quienes fueron interrogados por la situación de Nicolás de la Cruz.
José Luiz Runco, jefe del departamento médico rojinegro, aseguró en un grupo de WhatsApp que el mediocampista uruguayo sufre una “lesión crónica e irreparable”. El mensaje se filtró a los medios y desató un escándalo que derivó en el despido del trabajador. Además, el club aclaró que esa opinión no fue expresada por ninguno de sus cinco doctores.
Tras el partido, Giorgian de Arrascaeta reconoció que “es difícil mantener el foco en el campo y los entrenamientos cuando suceden cosas así”. “Sea Nico u otro jugador, tenemos que estar unidos”, afirmó el mediapunta uruguayo, quien lleva seis años en el club y sabe que “siempre pasan muchas cosas” en su entorno.
“Tenemos que mantenernos concentrados en la cancha, intentando dar lo mejor de nosotros. Fuera de ella, intentamos mantenernos en secreto para que esto no interfiera, pero hay situaciones específicas que son difíciles”, dijo De Arrascaeta, y en la misma línea se manifestó Filipe Luis, entrenador del equipo.
“Estas cosas externas duelen, pero al final, somos un grupo unido de amigos, hermanos. Somos un grupo que se mira a los ojos. Están protegidos de este tipo de cosas. Es malo, pero se protegen, se hablan, y eso es lo que está a su alcance porque el fútbol es de los jugadores”, declaró el director técnico.
“Puede que todo esté estallando, pero son ellos los que entran a la cancha, y es su imagen la que queda expuesta. Y siempre están dispuestos a dar lo mejor de sí por el Flamengo”, valoró Filipe Luis.