Roger Federer lleva dos décadas destilando magia, talento y elegancia por todas las canchas que pisa y en la superficie que sea. Si bien las de polvo de ladrillo no son sus predilectas, supo cosechar títulos y sueña con más.

Esta semana el suizo de 37 años inició sus entrenamientos para Roland Garros, un torneo que comenzará este fin de semana y que no juega desde 2015, cuando cayó en cuartos de final con su compatriota Stanislas Wawrinka.

En su primera práctica, intercambiando golpes con el argentino Diego Schwartzman, realizó un gesto técnico para recoger una devolución a gran velocidad que pocas horas después se transformó en viral. Como si tuviera pegamento en la raqueta, hizo un control tan preciso que la pelota quedó muerta.