El triunfo de Arsenal sobre el Chelsea por 2-1 en la final de la FA Cup, le permitió a los "Gunners" quedarse con la consagración en Wembley y por ende recibir el trofeo, en una ceremonia muy especial.

Festejos, abrazos y emoción surgieron apenas el árbitro pitó el final e imágenes como la del uruguayo Lucas Torreira saltando y con la bandera uruguaya en los hombros, fueron postales de un momento muy esperado.

Pero la primera particularidad se dio en la entrega de las medallas, que por protocolo a causa de la crisis sanitaria mundial, era a voluntad, o sea, cada jugador iba a buscar la suya a una bandeja que se dejó en la cancha.

Lo más anecdótico pasó minutos después, cuando Pierre-Emerick Aubameyang fue a buscar el trofeo a un atril instalado sobre el césped y el gabonés se percató que era muy pesado. Al punto que cuando lo trasladó al lugar designado para la foto de los campeones, apenas llegó y se le cayó, separándose su base del resto del mismo.

Las caras brasileño David Luiz agarrándose la cabeza, o de Torreira tratando de arreglarlo rápidamente, dejaron un color diferente a un día inolvidable para el Arsenal.