República Checa sumó sus primeros puntos de la Eurocopa y limpió su imagen luego del mal debut del pasado viernes, cuando cayó 4-1 a manos de Rusia en el partido inaugural. Basado en un inmejorable comienzo de partido, se impuso 2-1 a un equipo griego que venía de empatar a uno con Polonia.
Jiracek, uno de los tres volantes ofensivos que se paró delante de la dupla de contención y atrás de Milan Baros, aprovechó un notable pase en profundidad de Hubschmann, se filtró en la defensa rival por derecha y definió rápido de zurda ante la salida de Chalkias. Corrían apenas tres minutos, pero no se conformaron con la ventaja los checos y segundos después aumentaron.
El lateral derecho Selassie, casi tan efectivo subiendo como a la hora de defender, llegó hasta la línea de fondo por su sector y mandó un centro bajo al área chica que fue capitalizado por Pilar, el número 14 que entró junto al defensor rival Katsouranis y terminó impulsando el esférico a la red con el muslo, ya que definió cayéndose.
Le costó demasiado tiempo reaccionar a Grecia, que a los 22’ sufrió la lesión de su arquero Chalkias y en su lugar ingresó Sifakis. Poco después de su entrada, fue llamado a actuar por un disparo potente de Rosicky, la manija de los checos, que terminó enviando al corner. El elenco helénico manejó mejor la pelota, pero casi no generó peligro en la primera mitad. La única clara que generó terminó en gol bien invalidado por posición adelantada.
A los 7’ del segundo tiempo, un envío sin mayores pretensiones desde la izquierda del delantero griego Samaras encontró una deficiente respuesta de Petr Cech, el arquero del Chelsea, a quien se le escapó la pelota de las manos y dejó el gol a pedir de Gekas, quien había ingresado a la cancha pocos minutos antes. Luego, reinaron las entradas duras, las amonestaciones y las imprecisiones. ¿Situaciones de gol? Pocas. La zaga checa se mostró bastante firme, restó la infinidad de envíos aéreos que cayeron sobre su área, y abrochó tres puntos importantes para dejar abierto el grupo A.