Lejos de temerle a su rival, el equipo periquito salió a no respetarlo, presionándolo arriba para forzar el error e incomodarlo con un despliegue físico que luego no pudo sostener en el segundo tiempo.
Pese a las dificultades que le generó el Espanyol, que mantuvo al ecuatoriano Caicedo siempre arriba como una amenaza constante, Barcelona generó las mejores situaciones de gol y tuvo más el balón, pero sin el brillo ni la claridad de otros cotejos.
Entre Bravo y Piqué salvaron in extremis la única oportunidad de los locales en el primer tiempo, a los 25’, y los culés acariciaron el 1-0 en un tiro libre de Messi que reventó el ángulo. Antes, Jordi Alba se lo perdió en el área tras un pase de Luis Suárez.
Para el segundo tiempo salió mejor el Barça y de entrada tuvo jugadas clarísimas. Con Suárez jugando por el medio, y no por derecha como en la primera mitad, el salteño estuvo a punto de abrir el score, pero tras un rebote se sacó de encima al arquero y se encontró con el caño.
Cada tanto respondía el ordenado Espanyol, que casi festeja en una diagonal de Hernán Pérez que el paraguayo cerró con un remate cruzado que salió apenas desviado. No obstante, el control a esa altura era del elenco de Luis Enrique, que se desdibujó en el tramo final.
Barcelona no fue el de otros partidos y perdió dos puntos, por lo que quedó segundoa dos del Atlético de Madrid y con un encuentro pendiente, y el público del Espanyol terminó celebrando con gran euforia un empate que cortó una racha de siete derrotas consecutivas ante su máximo rival en el derbi catalán.
POSICIONES, FIXTURE Y RESULTADOS
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