Atlético de Madrid volvió a ganar con su sello. Jugando feo, apretando los dientes y machacando hasta derrumbar a su rival, se quedó con una importante victoria como local que lo mantiene como líder de la Liga de España con tres fechas por delante.
La primera mitad fue de pocas ocasiones pero claras. La primera fue para los visitantes, cuando Oblak tuvo que exigirse para despejar un derechazo de Cop desde el borde del área a los 13’, y un minuto después respondieron los colchoneros con un desborde de Koke por izquierda que no aprovechó Griezmann; el zurdazo del francés salió apenas ancho.
Luego probaron los rojiblancos con remates a distancia que encontraron siempre bien parado al arquero mexicano Ochoa, hasta que a los 62’ cayó el 1-0; el recién ingresado Ángel Correa recibió de Filipe Luis afuera del área, encaró hacia el medio y sacó un zapatazo de derecha que tras rozar en Albentosa se metió abajo contra un caño.
A esa altura merecía la ventaja el Atlético por lo que había hecho en el arranque de la primera mitad, ya con Diego Simeone mirando desde la tribuna. Al Cholo lo expulsaron porque un integrante del banco de suplentes arrojó un balón al campo intentando frenar un contragolpe del Málaga en el cierre de la primera etapa.
El DT colchonero observó la segunda mitad junto a Diego Godín, ausente por lesión. En lugar del zaguero uruguayo ingresó su compatriota José María Giménez, quien retornó tras poco más de un mes de baja. A Josema lo amonestaron a los 54’ por un durísimo planchazo sobre Ignacio Camacho que bien pudo haberle costado la expulsión.
Málaga, que contó con el ingreso de Gonzalo Castro a los 59’ y tuvo a Federico Ricca entre los suplentes, estuvo cerca del 1-1 a través de un zurdazo a distancia apenas desviado del venezolano Juan Pablo Añor. Buscaron los visitantes sumar peso ofensivo con el ingreso del experimentado paraguayo Roque Santa Cruz, pero no alcanzó.
Atlético de Madrid fue justo ganador de los tres puntos y llegó a 79, uno más que el Real Madrid y tres más que Barcelona a la espera del partido del elenco culé frente al Sporting Gijón. Para ser campeones los rojiblancos necesitan un traspié del Barça, ya que de igualar en puntos se definirá por los cruces directos, y los blaugranas ganaron ambos.
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